A la Universidad Autónoma de Aguascalientes le salió caro otorgarle la presea “Saturnino Herrán” al gobernador Luis Armando Reynoso Femat, el pasado 12 de junio de 2008. Dice un refrán que “de bien nacidos es ser agradecidos”, y la universidad es una institución pública bien nacida y agradecida, sin embargo, muchos consideran que se precipitó al otorgar dicha presea, pues era obvio que el gobernador, en los hechos, iba a incumplir su palabra y su compromiso con la universidad.
Así como también le salió caro que la sexagésima legislatura estampara su nombre con letras doradas en el recinto del Congreso del Estado, el 20 de noviembre del año pasado, como reconocimiento a sus 35 años de beneficios para la sociedad aguascalentense. Por un lado los legisladores (varios de ellos egresados de la UAA) le rinden homenaje, y por el otro le escamotean los recursos.
En agosto de 2005, el grupo parlamentario del PRI presentó una iniciativa de reforma a la fracción segunda del artículo 35 de la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, orientada a incrementar el subsidio que debería ser otorgado por el gobierno del estado a la máxima casa de estudios. En noviembre de 2007, el gobernador del estado también presentó una iniciativa en el mismo sentido que la anterior. Ambas iniciativas ponderaban y encomiaban las bondades y beneficios de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, y proponían incrementar los recursos producto del subsidio gubernamental, de manera gradual, hasta alcanzar en el año 2011 un 25 por ciento del presupuesto universitario. Así las cosas, la sexagésima legislatura decretó en diciembre de 2007, la reforma a la Ley Orgánica de la Universidad, estipulando, entre otras cosas que: “El subsidio ordinario anual que otorgue a la Universidad el Gobierno del Estado de Aguascalientes será del veinticinco por ciento del presupuesto ordinario aprobado por el Consejo Universitario para el mismo ejercicio”. Sin embargo, los celos políticos, el egoísmo, el desapego y el olvido de estos actores políticos encajonaron como letra muerta la reforma recientemente aprobada.
Los poderes Ejecutivo y Legislativo, encarnados en las personas de Luis Armando Reynoso, Raúl Cuadra (contador público egresado de la UAA) y los señores diputados, le recortaron a nuestra máxima casa de estudios varios millones de pesos a su presupuesto de 2009. Para este año que corre, legalmente le correspondía el 21 por ciento del presupuesto autorizado por el consejo universitario, que fue de 755 millones 412 mil pesos, por lo cual la universidad debería de recibir la cantidad de 158 millones 636 mil pesos. Sin embargo, en el Presupuesto de Egresos del Estado de Aguascalientes para el ejercicio fiscal del año 2009, sólo se le asignaron, por parte del gobierno del estado, 141 millones 277 mil pesos. Lo que equivale a 17.3 millones de pesos menos, y en tiempos de crisis, sin querer ser “catastrofistas”, ese piquito no es nada despreciable. Dicho de otra manera, el subsidio universitario nomás no Cuadra, es decir, está sutilmente descuadrado. No está de más resaltar que el operador político de esta rasurada presupuestal en contra de la universidad (avalada por los legisladores, con la honrosa excepción de la diputada Nora Rubalcava), fue la eminencia gris de las finanzas estatales, el desagradecido Carstensito hidrocálido que ofrecerá Cuadra x Cuadra y familia x familia, más promesas falsas de bienestar social a cambio del voto ciudadano del tercer distrito. Con ese tipo de egresados y dizque amigos, la universidad no necesita de enemigos.
La herida de la rasurada no cala tanto como la demagogia y la ingratitud de los actores políticos que la infringieron. A los políticos (funcionarios de gobierno y legisladores) se les llena la boca de halagos y reconocimientos a la educación y la cultura, las celebran con vistosa parafernalia (buena para la foto en primera plana) en sus discursos, pero en los hechos son las primeras áreas que nuestros prohombres sacrifican con saña e inquina a la hora de la asignación de los recursos públicos.
Para los panistas, esta es una acción de coherente transparencia, pues nunca se les ha dado la educación y la cultura, sólo la música grupera. Para los priístas, es una evidencia más de la rápida emPANización de su ideología y de su pragmático proyecto político. Desde que se murió don Jesús Reyes Heroles, el expartidazo naufraga en aguas emPANtanadas.
En las próximas elecciones, con el poder de nuestro voto, los universitarios sabremos cobrar las afrentas hechas a nuestra máxima casa de estudios por parte de los políticos insensibles.
Pilón. “La gratitud, como ciertas flores, no se da en las alturas y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes”. José Martí.
