Luego de que el Banco de México diera a conocer los resultados de una encuesta en la que se revela que los créditos que otorga la banca privada al aparato productivo son ínfimos, puesto que apenas aporta dos de cada 10 pesos, y que además, mientras más pequeña sea la empresa, mayores son las restricciones, los líderes empresariales de Aguascalientes secundaron estos resultados.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Aguascalientes (CCE), Felipe González Ramírez, apuntó que son varios los problemas que se tienen con las pequeñas empresas, recordando que se había ideado un plan fiscal que les permitió llevar con mayor facilidad su contabilidad, pero por desgracia, esto les ha complicado el acceso al financiamiento, “ya que se les piden estados financieros muy complejos, y con esto, obviamente están marginados de cualquier tipo de crédito”.
Indicó que luego de una reunión de los integrantes del CCE con representantes de Nacional Financiera (Nafinsa), ellos aseguraron poner gran cantidad de recursos a los bancos privados como garantía para que fluya el financiamiento, lo que provoca duda entre el sector empresarial, puesto que no se explican por qué, si los bancos no están corriendo riesgos, “por qué hay tanta renuencia a soltar estos créditos”.
Aceptó la posibilidad de que las firmas que operan en México –en su mayoría extranjeras- y que también lo hacen en otros países, actúen con criterio distinto, ya que “aquí siguen manejándose como si estuviéramos viviendo una situación precaria, cuando realmente hay que apoyar los buenos proyectos, y sostener los empleos”.
Por su parte, Rafael Medina de Lara, presidente de la delegación aguascalentense de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), indicó que “nada más por las garantías es imposible acceder a los créditos” dado que con dificultades llegan a tener capital de trabajo, lo que imposibilita tener garantías; razón por la que buscan potencializar los microcréditos, ya que los consideran la única forma de bajar recursos para las micro, pequeñas y medianas empresas (Mi Pymes).
Apuntó que la banca privada está haciendo su negocio, pero que el gobierno debería ser más estricto con su normatividad, principalmente en el diferencial de los intereses que cobran, recordando que “ellos (la banca privada) no son autónomos, dependen del Banco de México, y debería de haber una normatividad” para que se atiendan ciertos lineamientos.
Sobre la diferencia de criterios de las firmas entre México y otros países, Medina de Lara dijo que basta con ver a Estados Unidos, en donde no se siguen los mismos lineamientos, principalmente en lo que refiere a las tasas de interés.
Mientras que, Manuel Cadena Cruz, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en la entidad, indicó que esta dificultad es la misma que se presenta en todo el país, siendo el principal problema que “se requiere demostrar que no se necesitan los recursos para que sean prestados”.
Apuntó que esto es normal dado que la banca no tiene una función social, sino económica, por lo que obviamente prestará los recursos a quienes demuestren mejor capacidad de pago, siendo por lo general, las empresas más grandes.
Finalizó señalando que “es muy complicado poder estar obteniendo un crédito en forma, en tiempo y a una tasa adecuada”, añadiendo que “cuando alguien se logra colar, las tasas son tan altas que inclusive ponen en riesgo la misma capacidad de la empresa para responder a ese compromiso”.
