Sería imposible culpar o responsabilizar a la religión católica de la ausencia de desarrollo en América Latina y el Caribe, porque en realidad son muchas y muy diversas las perspectivas del mundo que emanan de esta creencia religiosa, aseguró Genaro Zalpa, académico de la universidad autónoma de Aguascalientes (UAA) y compilador del libro “¿El reino de Dios es de este mundo? El papel en vivo de las religiones en la lucha contra la pobreza”.
Zalpa hizo referencia a la afirmación de un connotado investigador estadounidense, Peter Berger, que en algún momento dijo que mientras América Latina no se convirtiera al protestantismo, no se iba a desarrollar; comentó que es una afirmación que, por principio de cuentas, deja claro que existen evidentes relaciones entre la religión, la economía, la salud, la cultura, el crecimiento social, la política y otras instituciones aunque, por otra parte, tampoco se puede culpar a una religión de que no haya progreso o se considere como una barrera tajante.
El objeto de estudio del libro antes mencionado plantea que las religiones en América Latina y el Caribe, abordan desde su discurso, aún sin proponérselo, cuestiones relacionadas con la justicia social, la pobreza, la desigualdad e incluso algunas lo han hecho no sólo desde el discurso, sino también en la práctica pastoral. Sin embargo, la gama de posibilidades para abordar el tema varía dependiendo de cada religión y las posturas van desde la indiferencia, pasando por la caridad y llegando hasta apartarse del mundo, por considerar que lo realmente valioso es lo espiritual.
Un ejemplo es el rastafarismo en Cuba, donde se les predica a sus fieles que la pobreza es finalmente un estado deseable porque es como no desear las cosas de este mundo para así apartarse de él. Esto deja ver que las posturas de la religión son muy diversas e importantes en el estudio de la sociedad, porque moldean las conductas de las personas.
“Si se comparte con la religión la creencia fundamental de que lo que tenemos o no viene de dios, entonces las acciones humanas pierden significado y, por otra parte, para quienes predican que las situaciones de desigualdad no vienen de dios y que a ellos les compete luchar, aunque les prediquen la resignación, siempre van a luchar por mejorar”.
Estas creencias o prácticas trascienden generalmente el ámbito religioso y curiosamente, comentó Genaro Zalpa, muchas de las actitudes se reproducen en otros ámbitos: como esperar todo de dios, también se espera todo del gobierno o de un candidato, sin hacer un esfuerzo por luchar.
Es por esto que el tema de la religión es imprescindible en el estudio de las investigaciones sociales y, aunque este aspecto sí ha quedado de lado en muchas investigaciones, hay una nueva generación de académicos jóvenes que están interesados en tomar como tema de estudio la religión, dentro de sus trabajos académicos, lo cual demuestra que en horizonte de las nuevas generaciones está contemplado el panorama religioso.
Los temas importantes para los investigadores en México son la diversidad religiosa, que cada vez es mayor; grupos étnicos en relación con la religión; las mujeres y la religión; las relaciones entre lo religioso y las esferas política, cultural y económica.
