El pertenecer al grupo parlamentario del PAN en el senado es una experiencia extraordinaria ya que me ha dado la posibilidad de promover acciones que favorezcan a la ciudadanía no sólo de mi estado natal sino de todo el país. Cuando gobernador sabía que tenía una gran responsabilidad, pues el tener tal fortuna me ubicaba al frente en el timón de un pueblo que ama el ímpetu de crear, que no retrocede ante ningún esfuerzo cuando es justo, ni ante ningún sacrificio cuando es necesario. Un pueblo trabajador y admirable, en su concepción ciudadana, que lo obliga a pensar y a establecer como regla en su gobierno, que es mejor convencer a la gente que vencerla con la fuerza del poder. De tal manera que venciendo mil dificultades y sobreponiéndonos a recursos escasos debimos exponernos siempre, sabíamos que la probabilidad comenzaba cuando terminaba la certidumbre. Dice el Libro Sagrado de los Mayas-Quichés, que “no había gloria ni grandeza en nuestra creación, hasta que existió la criatura humana”. En efecto: En la mujer y el hombre radica la verdadera grandeza de los aguascalentenses, más que en la tierra misma. Él y ella sin la riqueza primordial, la voluntad que todo lo vence, la “flecha del anhelo” trascendiendo la perversidad. Hoy, como senador de la república tengo la responsabilidad de generar leyes en beneficio de todos los habitantes de nuestro país. La responsabilidad es mayor. Como senador estoy casi a la mitad del camino. Y para llevar a cabo la responsabilidad asumida ha sido menester aprovechar en su integridad todos los días, cubriéndolos con una acción sostenida y sujeto a un programa y a una idea ética de la labor legislativa ha sido posible generar iniciativas de ley en la eficacia de Estado. Y precisamente hay varias iniciativas las cuales hoy le comento. En lo referente a la economía los propósitos que persigue el grupo parlamentario del PAN son principalmente el tener una economía fuerte y competitiva, con oportunidades para todos que asegure el crecimiento sostenido lo que se refleje en bienestar para todos los mexicanos. En materia de reformas estructurales es importante avanzar las reformas laboral, de pensiones, contra prácticas monopólicas, la fiscal, la financiera, comercial y la educativa. Concluyendo las relativas del Estado, la electoral, del sistema de seguridad y de justicia.
En materia fiscal es importante reformar el marco jurídico para simplificar la reglamentación de los impuestos y derechos. Así mismo reduciendo la carga tributaria a las personas y empresas. En inversión pública hay que revisar la legislación sobre obra pública, adquisiciones, arrendamientos, servicios, competitividad e infraestructura, con el ánimo de agilizar la inversión pública en apoyo a las empresas nacionales.
Para fortalecer la competitividad de las empresas hay que adecuar las leyes que rigen a pequeñas y medianas empresas, fortaleciendo las facultades de la Comisión Federal de Competencia Económica a favor de las PYMES y evitar los monopolios favoreciendo el proceso de innovación financiera incrementando el financiamiento de las banca comercial y de desarrollo, así mismo actualizando el marco normativo para fomentar el turismo y estimulando la ciencia y tecnología para el desarrollo.
En materia energética se deben promover medidas que garanticen que el país disponga de energía suficiente en el largo plazo así como la modernización de las empresas públicas energéticas, dotándolas de autonomía de gestión y presupuestal.
En lo referente al empleo es importante flexibilizar la ley para facilitar diversas modalidades de empleo que no están adecuadamente reglamentadas. Para el campo hay que revisar el marco jurídico para promover la producción y la competitividad y en materia de desarrollo regional hay que apuntalar al turismo como eje del desarrollo regional en el país.
Las acciones anteriores se hallan sujetas a la tónica que le hemos impreso como factor fundamental. Hemos estructurado un grupo parlamentario que aspira a servir al pueblo en todos los ángulos y que reconoce en éste la fuerza motriz del progreso nacional. No hacemos lo que nos place, sino lo que es pertinente en función del interés público; no fundamentamos la conducta del poder en un frívolo sentido del buen éxito, sino en el deseo de que los mexicanos, como colectividad, se consideren servidos por nosotros.
La próxima semana le comentaré sobre lo que como bancada hemos aprobado ante la crisis económica




