Mejor imposible. Luego de la renuncia-despido del líder nacional panista, Germán Martínez, quien vuelve a ganar, aunque sea de rebote, es el gobernador del estado, Luis Armando Reynoso. Según rumores del panismo local, el muchacho pendenciero (Beatriz Paredes dixit) no quería mucho al gobernador local, aunque al final hayan logrado un buen amarre pudiendo Reynoso colocar a su hermana en una pluri y a dos de sus cuadros como candidatos (más bien, ya como diputados).
Durante la campaña, algunos panistas que se acercaron a La Purísima aseguraron que durante la visita que realizó al estado el mes pasado la próxima coordinadora del PAN en el congreso, Josefina Vázquez Mota, ésta se fue “profundamente decepcionada” de las declaraciones que hiciera Reynoso pocos días antes con respecto al apoyo a su partido “siempre y cuando no se equivoquen de candidato”.
Tal fue el enojo de Josefina, que dicen que antes de irse prometió que en cuanto pasara la elección iría a llevarle el chisme del ambiente local panista a Germán. Tal vez el lector se pregunte por qué La Purísima sacó este trascendido después de que pasó la elección; la respuesta fue que quien filtró la información pidió que, si decidíamos publicarla, fuera “a toro pasado”.
Hasta ahorita pues, Reynoso puede sentirse tranquilo, sin embargo, podría volver a tensarse la relación con su partido en caso de que la nueva ungida de Calderón para dirigir el partido sea la propia Josefina, hipótesis que sin mucho sustento, no está lejos de poder cristalizarse.
Pero si lo que vivió el PAN fue un terremoto, lo que sucede en la izquierda mexicana debiera ser calificado como una hecatombe, ya que el PRD volvió a los niveles de aceptación que tuviera en 1991, casualmente también 3 años después de haber estado en la pelea por la Presidencia de la República.
Aunque no todos están igual de tristes que René Arce y compañía en la izquierda. Para empezar, uno de los grandes triunfadores del 5 de julio fue Leonel Godoy Rangel, víctima, en pleno proceso electoral, del “michoacanazo” por parte del gobierno federal. Y es que, ni sus paisanos avalaron la estrategia política de Felipe Calderón, ya que el PRD ganó en Michoacán 8 de los 12 distritos federales que estaban en disputa.
Quien debe también tener una sonrisa de oreja a oreja es la gobernadora “vecina” Amalia García Medina, quien logró que los 4 candidatos a diputados federales en aquél estado se impusieran, sin mayores contratiempos, a sus adversarios. Amalia demostró que la valoración de su gestión no coincide con los dichos de distintos medios de comunicación que han emprendido embestidas permanentes en su contra.
Pero el más feliz de todos, debe de ser, sin duda alguna, Andrés Manuel López Obrador, quien logró cuajar su objetivo: un bloque de legisladores que sean, cualitativamente, los que lleven la batuta en la próxima legislatura.
Coincidimos con usted, si en estos momentos piensa que la izquierda mexicana no tiene posibilidades de “figurar” en el congreso de la unión, tras perder la mitad de curules que tenía tras la elección de 2006. Pero para documentar el optimismo de quienes tienen esperanza en el surgimiento del Frente Parlamentario Progresista, le adelantamos algunos nombres de quienes serán diputados del PRD, PT y Convergencia, afines a AMLO, a partir de septiembre próximo:
El ex embajador Porfirio Muñoz Ledo, el ex ministro Juventino Castro y Castro, el ex consejero electoral Jaime Cárdenas (quien ganó, postulado por el PT, un distrito de mayoría), el economista Mario Di Costanzo, el ex jefe de gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas Rodríguez, el ex secretario de seguridad pública de este país, Alejandro Gertz Manero, la activista y ex legisladora, Ifigenia Martínez, y el experto en la arena electoral, Enrique Ibarra Pedroza. Por ello, pese a que serán pocos, le garantizamos que darán de qué hablar los próximos 3 años.
P.D. ¿Qué pensarán ahora los que le aconsejaban a Beatriz Paredes responder al golpeteo de Martínez Cázares? En política también se vale reconocer cuando alguien se equivocó.
