Enfermedades de la piel, el pelo y las uñas, se presentan en la población de Aguascalientes con mayor frecuencia que antes y se manifiestan desde edades más tempranas debido a los hábitos que hemos adoptado y las condiciones del entorno en que nos desarrollamos, señaló para La Jornada Aguascalientes el dermatólogo Eduardo Poletti Vázquez.
El especialista comentó que una de cada tres consultas con un dermatólogo es por problemas en la piel, especialmente en niños y que los principales problemas son alergias, manchas por sol, calvicie y acné.
Indicó que se trata de enfermedades multifactoriales, pues en su aparición influyen cuestiones como la higiene personal y del entorno, la alimentación, las condiciones de trabajo y el tren de vida de las personas, en el que el estrés resulta ser un factor frecuente e importante, así como la desinformación y la creencia de que una consulta dermatológica es un lujo o cuestión de estética.
Precisó que una de las principales causas del aumento en enfermedades cutáneas es el rápido desarrollo urbano de Aguascalientes, que ha venido a modificar los patrones de vida y conducta de la población.
Dijo que en la ciudad se requiere, por ejemplo, un sistema de recolección de basura más eficiente. El hecho de que los contenedores sean vaciados hasta la noche, permite que los desechos estén expuestos durante las horas en que los rayos solares llegan más directamente a la superficie terrestre, generando condiciones insalubres al acelerar su descomposición.
Otro factor es la calidad del agua que consumimos, aunada a la contaminación del aire y a la radiación del sol que es más directa entre las 9 de la mañana y las 5 de la tarde.
Además, la metropolización ha generado las condiciones idóneas para modificar los hábitos de trabajo, de descanso, de consumo e incluso de alimentación.
El tráfico, el ruido, los horarios de trabajo y las presiones económicas entre las que vivimos son causa además de estrés, que es el generador, entre otras cosas, de la caída del cabello (especialmente en hombres) y una enfermedad denominada “hiperhidrosis”, que consiste en una sudoración excesiva.
En las oficinas, por ejemplo, hay sustancias con las que se está en constante contacto, como el níquel y el aluminio y que suelen provocar alergias.
Poletti afirmó que otra muestra del estrés al que vivimos sometidos es la aparición de acné en niños desde los 9 años, en quienes ha observado gran influencia de estímulos “del entorno, como violencia, divorcios y exposición a los medios”, lo que ha derivado en la entrada precoz a la pubertad.
El también internista reconoció y lamentó que hoy en día se dé tanta importancia a la apariencia, no sólo por vanidad, sino hasta como requisito de empleo, pues esto es al mismo tiempo causa de más enfermedades de piel, cabello y uñas, pero también de problemas psicológicos, como depresión.
Al respecto dijo que el uso de geles, cosméticos, postizos y perfumes, así como de implementos de limpieza (detergentes), son un gran generador de reacciones alérgicas.
Por otro lado, y una vez más desencadenado por la rutina, vio en la dieta diaria del mexicano otro disparador de estos padecimientos, ya que se basa en grandes cantidades de carnes rojas y casi nada de verduras, frutas y pescado, prefiriendo el consumo de vitaminas sintéticas. A esto se añaden el consumo de tabaco y bebidas alcohólicas.
Poletti expresó que una consulta dermatológica es necesaria desde un primer nivel da atención, pues su principal labor es de carácter preventivo y enfatizó que no se trata de un lujo, sino de una especialidad que complementa especialmente a la pediatría y cuya labor principal es de carácter preventivo.
Finalmente, el médico atribuyó a la desinformación la poca importancia que la gente concede a estas enfermedades, siendo la especialidad en la cual se tiende más a la automedicación.
