Como se informó en este diario el 22 de septiembre, el titular de la Secretaría de Salud, (Ss), José Ángel Córdova Villalobos, señaló que para el final del año las 32 entidades federativas contarían con un laboratorio capaz de realizar por sí mismo el diagnóstico de A/H1N1, ya que hasta la este momento tan sólo el Instituto Nacional de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (Indre) podía realizar la prueba para la detección de la nueva enfermedad.
De acuerdo con información proporcionada por Leticia López Gómez,
directora de Servicios de Salud del Instituto de Salud del Estado de
Aguascalientes (Isea) aseguró que desde el 1 de octubre el laboratorio
estatal adscrito al Isea, se certificó como apto para realizar el
diagnóstico de A/H1N1, agilizando los resultados, pasando de un tiempo
de espera para de diez días a tan sólo dos.
Previó a esta acreditación el laboratorio estatal, tan sólo podía
realizar pruebas rápidas, las cuales tienen un grado de error elevado y
las pruebas para confirmar la influenza estacional.
El protocolo para realizar el diagnóstico de la A/H1N1 establecido
por el CDC – por sus siglas en inglés Center of Disease Control- lleva
el nombre de RT-PCR, para realizar esta prueba el personal de salud
debe tomar muestras de: “lavado broncoalveolar, aspirado traqueal,
esputo, aspirados o lavados nasofaríngeos u orofaríngeos, e hisopos
nasofaríngeos u orofaríngeos”.
El CDC recomienda que las muestras recolectadas con hisopos deben
ser recolectadas solamente en hisopos con una punta sintética, y la
base de aluminio o plástico. Los hisopos con puntas de algodón y base
de madera –palillo- no son recomendados. Las muestras recolectadas con
hisopos hechos de alginato de calcio no son admisibles.
Para garantizar la efectividad y confiabilidad de la prueba, las
muestras deben mantenerse en un medio de transporte para aislamientos
del virus a una temperatura de cuatro grados centígrados y
transportarse al laboratorio con prontitud.
“Si las muestras se transportan al laboratorio en un periodo de dos
días, éstas pueden mantenerse a cuatro grados centígrados ; de otro
modo deben congelarse por debajo de menos 70 grados centígrados hasta
que pueden transportarse al laboratorio”, señala el protocolo, las
pruebas que no cumplan con estos requerimientos, deberán ser desechadas
y volver a tomarse.




