Los temas de la preferencia sexual de las personas vistos a través de los ojos de la directora argentina de cine Lucía Puenzo e interpretada por la sensibilidad de la actriz Inés Efrón son un tema que ya no es controversial, en primera instancia porque dejó de ser un tabú desde hace tiempo y también porque la directora se ha empeñado por tener en consideración aspectos más profundos relacionados con el ser humano, esto lo comentó la actriz en el marco del Festival Internacional de Cine Cinenaguas recién concluido hace días.
XXY ha ganado ya varios reconocimientos, narra la historia de una joven hermafrodita (Inés Efrón) que creció siendo de ambos sexos y al estar en una edad adolescentes su madre sin consultarlo con alguien más busca la asesoría de especialistas en medicina para ver las posibilidades de definirle el sexo a su hija cuando los demás no están interesados en que las cosas cambien, una historia fuerte, estremecedora, pero no de un mero sentimentalismo, sino más bien de una profunda reflexión a partir de la elección y como todavía se vive la discriminación y la violencia social hacia lo desconocido.
La participación de Inés Efrón en el Festival Cinenaguas se debió al
estreno del filme más reciente de Lucía Puenzo que es El niño pez,
donde ella también participa en el papel protagónico, ésta narra la
historia de una chica de 17 años que se enamora perdidamente de la
mucama de su casa, una chica paraguaya, concretamente la película habla
de esta historia de amor, hay obviamente otros aspectos o cuestiones
alternas que se desarrollan en torno a este que es el principal.
Con respecto a ambos filmes ante la pregunta de si esta última causó
polémica por el tema, la actriz dijo claramente que en Argentina hace
tiempo que estos temas dejaron de ser polémicos y aunque dijo que
desconocía cómo se daban estas cosas en México, la realidad es que este
es un trabajo que ya han mostrado en diferentes lugares y al final esa
situación es la que menos importa.
“Lucía tiene una facilidad para lograr que lo que importe sean otras
cosas más profundas que esto que en el fondo son tabúes, prejuicios o
cosas que todavía no están integradas a la sociedad, pero Lucía como en
XXY siempre logra que la historia verdadera sea lo que importe, como en
este caso que es una historia de amor.
Efrón ha estado ya en varios lugares donde el filme ha sido
presentado y ha tenido oportunidad de ver la reacción del público, de
esa experiencia comentó que este filme es de esos en los que cada uno
de los espectadores se queda con lo que le pasa, “hasta ahora no ha
sido que le devuelvan la reacción luego de verla, hay gente que se
queda súper enganchada, hay quienes se quedan angustiados, hay como mil
reacciones”.
Los dos papeles que Efrón ha representado son complejos por la
profundidad de los personajes, sin embargo ella se definió como una
actriz muy profunda pero no de las que se preparan demasiado para sus
interpretaciones, sí se acerca al director para saber qué es lo que
quiere pero no investiga, se entrega a lo que sucede en el rodaje.
Efrón tiene la percepción de que el cine latinoamericano es fresco,
le gusta porque es resultado de trabajo de gente que quiere contar sus
historias que quizá no tiene plata, pero se las ingenian para hacerlo.
Entre sus proyectos está una película de Victoria Galardi, Cerro Bayo
que comenzará a filmarse el año próximo.
La pasión que se refleja incluso en los filmes tiene qué ver con la
intensidad, profundidad y melancolía que lleva también impreso, el
tango es la sangre del país, es algo cultural, de cómo se criaron, de
la misma historia de Argentina.
