Para salir de una situación indefendible, “Cantinflas” embrollaba al contrario con una verborrea tal que lo confundía y que terminaba por hacerle ceder ante engaños y falacias. Les “volteaba la tortilla” dirían algunos, como el ratero del cuento que, para escapar gritaba ¡ladrón! a fin de distraer a sus perseguidores. Algo está pasando que nuestros políticos últimamente recurren a ese tipo de estrategias. En Aguascalientes se ha dado el caso particularmente para intentar minar el avance en las preferencias populares a quien se sabe que el próximo año buscará el voto para la gubernatura. La única estrategia de defensa viable frente a tales intentonas de engaño, es el desenmascarar la triquiñuela con datos duros, que tundan al engañador con la verdad.
A nivel nacional, el caso se nos presenta ahora con motivo de la
ineficacia de la política económica. Concluidas las negociaciones
legislativas con las que se pretende cubrir el boquete financiero de la
administración a costa del pueblo, el gobierno federal anuncia que ya
está comenzando el esperado repunte de la economía. El anuncio con
bombo y platillo de una supuesta recuperación pretende desdecir la
lógica económica de que los aumentos de impuestos contraen el consumo y
con ello, la actividad productiva y el empleo.
A la ineptitud en el diagnóstico de la crisis hace un año y los
peores resultados en el desempeño económico de todos los países de
América Latina en 2009, ha seguido una contumaz cerrazón a reconocer
las debilidades internas de la economía mexicana. Peor aún, lo que se
ha hecho hasta ahora es totalmente contrario a lograr recuperar la
producción y el empleo. El país no tiene en estos momentos un solo
elemento que permita razonablemente prever la falsamente anunciada
recuperación. Recordemos que son sólo cuatro los agregados
macroeconómicos que integran el Producto Interno Bruto (PIB). Sólo si
la suma de los cuatro crece, el PIB crece. Estos son: el consumo
interno, la inversión, el gasto público y las exportaciones. La
política económica neoliberal implementada durante el último cuarto de
siglo obligó al dinamismo de la economía nacional a depender del
mercado internacional. Actualmente, el 43% de nuestra producción se
halla condicionada por lo que suceda en el extranjero.
Por la política económica “de cuates”, como ha llamado Denisse
Dresser al fomento de los monopolios y el desmantelamiento de la planta
productiva nacional, se ha mermado el poder productivo del país.
Adicionalmente, el alto costo de los “servicios bancarios”, que se ha
dejado crecer como en ningún otro país de la región, ha debilitado a
tal grado la rentabilidad de las inversiones privadas que ésta
prácticamente no existió ya en este año. El mercado interno, el consumo
tanto de particulares como del gobierno, continúa la tendencia a
contraerse.
Los datos duros contradicen la ilusoria recuperación anunciada: Los
precios del petróleo, por si alguien esperaba volver a la dilapidada
Jauja foxiana, no repuntarán. Los precios del crudo que se han más que
duplicado desde inicios del año, según estima la OPEP, permanecerán al
nivel actual que es la mitad del máximo histórico de casi 147
dólares/barril en julio de 2008.
La cotización del oro evidencia un claro temor sobre el futuro de la
economía de los EUA. Hace un año, la onza troy de oro se vendía a 709
dólares, hoy está a 1,097 dólares, manteniendo tendencia alcista por la
debilidad del dólar.
Las cifras de empleo a octubre en EUA, son mucho peores de lo
esperado. En octubre la tasa de desempleo alcanzó el 10.2%, la más alta
desde 1983, sin visos de que el mercado laboral pueda recuperarse
pronto.
El total de créditos de consumo en nuestro vecino norteño cayó en 14
mil 800 millones de dólares en septiembre, más de lo esperado, conforme
datos de la Reserva Federal (Fed). El crédito al consumo ha descendido
ahora por ocho meses consecutivos, la racha más larga de bajas desde
que se inició la serie en 1943, según la Fed. Los créditos destinados
para adquirir bienes duraderos, cayó 3.7% y el crédito en tarjetas cayó
13.3% en un año, según la misma fuente.
El comportamiento de los indicadores adelantados, tampoco es
halagüeño. Éste se percibe a través de baja de inventarios de los
mayoristas de Estados Unidos. Aunque las ventas al mayoreo aumentaron
un 0.7% en septiembre, los inventarios continuaron bajando por
decimotercer mes consecutivo. Esto es, el repunte en ventas es
esporádico y derivado de factores estacionales.
Eso sucederá en México en diciembre, y va a servir para el juego de
sombras de quienes pretenden engañar con una falsa recuperación. El
aumento de las carteras vencidas y decrecimiento en los créditos en
general no anuncian recuperación. No queda más que disfrutar el pequeño
repunte que viene en este fin de año, que la cuesta del 2010 estará de
antología, a menos que, por fin, se cambie el modelo económico.
josgutie@hotmail.com




