Son las dificultades económicas, generadas por bajos salarios y el incremento en insumos de primera necesidad, las principales preocupaciones que llevan a la angustia y posterior depresión a los trabajadores, señaló Hugo Reyes Vargas, presidente del Colegio de Médicos de Empresas, al respecto de los resultados de la investigación del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), donde se revela que el 28 por ciento de los suicidios en el estado fueron cometidos por obreros de la industria de la transformación.
El especialista manifestó que el incremento constante de la canasta básica en contraste con los salarios que no suben al mismo ritmo, hace que los trabajadores sean presas de la angustia, por la presión de abastecer a su familia de lo mínimo indispensable, alimento, educación y salud, siendo el sector de los obreros de los más afectados, pues son los sectores de menor ingreso.
“Desgraciadamente los tiempos como están ahorita, por el desempleo, la carestía, el incremento a la gasolina como el aumento increíble que tuvimos recientemente, el incremento a la canasta básica, y no así los sueldos; desgraciadamente no aumentan a la par, entonces la gente llega a la desesperación, pues se tiene una familia que mantener y si nuestro sueldo no nos alcanza pues empieza a haber problemas” apuntó.
Reyes Vargas indicó que la asociación que él preside, ya había detectado en el trabajo diario, la ansiedad a la que están expuestos los trabajadores, que los lleva en algunos casos a la depresión, por lo que ambos temas se encontrarán entre los tópicos a tratar por el Colegio en las sesiones del próximo año.
“El año que viene vamos a tratar de cumplir con la norma 020 de salubridad, que dice cómo deben ser los servicios médicos de las empresas, dentro de ello, se plantea llevar programas médico preventivos, en los que se encuentra la depresión y la ansiedad.
Sobre la detección comentó que actualmente en las empresas se recomienda a los coordinadores de las secciones de producción, que diariamente tengan diálogo con los trabajadores a su cargo antes de empezar labores, por lo menos saludándolos, y preguntándoles cómo se encuentran, para detectar algún problema o cambio en el estado de ánimo que sea una alerta de una depresión y actuar en consecuencia.
En este sentido señaló que los médicos de las empresas que detectan a una persona con este problema, se les aplica un test para confirmar la sospecha de una posible angustia o alteración en el estado de ánimo. Dependiendo de resultado, el propio médico del centro de trabajo le da algún tratamiento, o lo canaliza con un especialista.
El presidente del Colegio de Médicos de Empresas, señaló que la depresión además de afectar al trabajador, afecta la cadena de productividad en la empresa, pues comienza a hacer su trabajo con menos atención, traduciéndose en defectos en producto que se elabora. Detalló que estos defectos cuando se incrementan de manera sistemática en el trabajo de un empleado, son una alerta, de que tiene algún problema anímico.
“Entre más angustia tienen más defectos manda, y mientras más defectos manda, se genera más presión hacia él”. Dijo que en estos casos, no se dan sanciones económicas al trabajador, sino se habla con él para detectar el problema y tratar de solucionarlo.




