- El incremento iría en primer término hacia los puntos de reparto del producto
- Necesario implementar nuevos mecanismos para ahorrar en los costos, señala líder del gremio
Los aumentos no terminarán en este año, sino que para los primeros días del 2010, se prevé un incremento de entre dos y tres pesos al kilogramo de tortilla en los puntos de reparto, adelantó el presidente del gremio, Jorge Alberto Navarro Serna.
Aclaró que las ventas en el mostrador seguirán en la misma tendencia, donde estará reflejándose el incremento es en las tiendas de abarrotes donde reparten el producto, pasando de entre 9 y 10 pesos a los 12 y 14 pesos.
Los ajustes dependen principalmente de que durante el año se presentaron alzas en los insumos como son la harina, el gas y la gasolina, justificó Navarro Serna. Mientras tanto, en el mostrador los precios continuarán entre 10 y 11 pesos, dependiendo del municipio, dijo.
Comentó que la tendencia es que las tortillerías funcionen con harina y no con nixtamal, a pesar de que a través de la utilización de maíz, podría presentarse una afectación menor en comparación con las que dependen en su mayoría de la harina.
“El incremento del gas también está esperándose para el siguiente año, más el aumento de la gasolina que ya se nos dio y los impuestos también” afectarán la situación económica y cambiarán el precio de la tortilla, junto al posible incremento a la luz eléctrica.
Ante estos embates, reiteró que es imposible sostener los precios, en el siguiente año. Asegurando que aquellos comerciantes que no modifiquen sus montos, “quiero suponer que es porque o tienen otro negocio que están subsidiando el reparto o lo están subsidiando con el mostrador”.
Navarro Serna, detalló que para que los costos en la tortillería no varíen deberán de realizar una serie de ajustes obligadamente apegados a lo que refiere de la ley de oferta y demanda, considerando que estarán en la disposición de encontrar alternativas que mantengan su nivel de oferta. “De por sí la gente no tiene el modo de comprar, no tiene el mismo nivel de consumo y ante esta circunstancia, tenemos que aplicarnos ahí”, subrayó.
El sector se adaptó a la industrialización, de ahí que dejen de ocupar como insumo principal el maíz y que fuera sustituido por la harina, pero en últimas fechas el cambio es al contrario, donde un buen número de empresarios están enseñándose en el mecanismo del nixtamal, ya que este es más barato que la compra de bultos de harina.
“Somos algunos que nunca hemos dejado ese proceso, pero la mayoría de la gente nueva no lo sabe”, viéndose más afectados, llegando incluso al cierre del varios negocios, finalizó.




