- Las primeras filas a los invitados de lujo, el frío y las tortas para los del pueblo
- Desde las comunidades más apartadas del municipio de Tepezalá trajeron a porristas
El segundo informe de actividades del senador priísta Carlos Lozano de la Torre estaba previsto para las diez y media de la mañana, sin embargo, en las inmediaciones del Teatro Aguascalientes había una comitiva de aproximadamente tres mil personas esperando desde las nueve horas. Llegaron desde los municipios y comunidades más remotas del estado en camiones dispuestos por la logística de Lozano de la Torre.
La organización los acomodó a las puertas del teatro en sillas de plástico bajo un toldo blanco. El improvisado anfiteatro estaba flanqueado por dos grandes pantallas dispuestas para retransmitir el discurso del senador. A un lado se levantaba un escenario desde el cual una banda musical amenizó el antes y el después del informe con estruendosa música. Entre la multitud, cientos de globos tricolores “blancos, verdes y rojos- ondeaban.
Por los alrededores pululaban niños jugando con globos y aún resultaba fácil encontrar más gente sentada en la hierba, porque las sillas fueron insuficientes. Un grupo de estas personas que esperaba el final del informe cuenta que los trajeron de las comunidades de Mesillas, San Antonio y La Victoria, en Tepezalá. Otro grupo de mujeres que jugaba pacientemente con sus niños afirmó que en el camión que las trajo “de una comunidad allá por Asientos” a la ciudad, les dieron una torta y un jugo. Mientras tanto el equipo de prensa de Lozano de la Torre aseguró que a toda esta gente sólo se les dio un refresco, “no más”. Sin embargo, Juana Martínez se quejó de que sólo le tocó una botellita de agua. Ella llegó con unas amigas del fraccionamiento Fundadores. Cuenta que en la mañana vieron un camión del cual, les gritaron “¡pásense!” y pasaron.
Dentro del teatro el panorama fue diferente. Mientras el pueblo permanecía afuera, los más selectos ocupaban una silla en la cual acomodarse para presenciar el discurso. El senador rindió cuentas como legislador en un escenario perfectamente iluminado y decorado con los colores del PRI. De vez en cuando se escuchan aplausos y porras poco espontáneas del tipo “¡Carlos! ¡Lozano! ¡ra, ra, ra!”
En su informe, Lozano expuso frases como “antepongo los deseos y necesidades de la mayoría a los del partido e incluso a los míos propios”, “nada que sea humano me es ajeno” o “no estoy conforme con la injusticia”. También afirmó que “sin paz social no hay desarrollo económico”, pero en contraste con la retórica del senador Lozano de la Torre hacia sus invitados de honor, afuera se encontraban más de tres mil “acarreados” como Juana Martínez esperando “aunque fuera una torta”.
