- Se impartió un primer curso intensivo de formación humanista para ellos
- Existen entre estudiantes todavía muchos prejuicios además de discriminación
Por primera ocasión, en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) se ofreció como parte de los cursos de formación humanista intensivos, un espacio para los hombres que tienen sexo con otros hombres, aunque es difícil ir rompiendo los tabúes fue un trabajo con mucho éxito porque los jóvenes participantes respondieron bien ante la iniciativa y desean continuar con este ejercicio donde se sienten parte de un grupo, comentó César Zúñiga, integrante del Centro de Capacitación para el Desarrollo Comunitario (CECADEC).
El nombre del curso fue Gallos LGTBI, la diversidad en acción, al que asistieron 17 jóvenes de diferentes carreras como Ciencias Políticas, Sistemas, Sicología, Odontología, Sociología, Derecho y Diseño Gráfico. El contar con gente de áreas tan diversas fue un plus para alcanzar a percibir cuáles son los problemas con los que los jóvenes homosexuales se enfrentan en sus respectivos medios.
Los temas abordados fueron la discriminación, derechos humanos, derechos universitarios y sobre todo autoestima, cada uno de estos fue elegido por ser esencial para el desarrollo de los jóvenes porque ellos han vivido en carne propia la discriminación no sólo en sus casas, sino en el ambiente donde se desarrollan e incluso en la misma Universidad, con los maestros y los compañeros que los tratan mal por su forma de ser o simplemente por expresar su homosexualidad.
A razón de estas vivencias de discriminación, la autoestima de los jóvenes está muy denigrada porque no encuentran aceptación en alguno de los espacios donde ellos se desarrollan, empiezan en su casa y rematan en la escuela, no encuentran apoyo, por eso es para ellos muy importante encontrar un espacio dónde congeniar con otros chicos. “Que ellos vean que no están solos, muchas de las evaluaciones que hicimos al final, muchos de ellos estaban súper agradecidos, me di cuenta que no estoy solo, me di cuenta que puedo buscar a alguien más”, señaló Zúñiga.
A partir de esta experiencia, los estudiantes se propusieron realizar una segunda parte de este curso en donde los chavos tengan un espacio dentro de la Universidad y posteriormente poder firmar convenios con otras universidades de México donde sí tienen grupos de Hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH) para hacer intercambios de experiencias.
Más allá de la cuestión de la autoestima y la discriminación, los alumnos están muy interesados en la cuestión de la sexualidad, en el ejercicio de la misma y sobre todo en el aspecto de los cuidados de salud porque no existen políticas ni espacios en donde se les brinde específicamente apoyo e información. “Hay prácticas sexuales que ellos mantienen y han sido contagiados de enfermedades o ITS, lo que yo detecté es que hay un nulo apoyo de parte de áreas médicas para que los chavos acudan cuando tienen alguna infección”, refirió.
Cuando alguien tiene una Infección de Transmisión Sexual (ITS) debe asistir a un urólogo, pero no todos estos especialistas trabajan con este tipo de infecciones o las consultas son muy costosas, incluso en la UAA no hay un espacio de atención o información a donde ellos puedan acudir, como tampoco cuentan con un lugar donde los asesoren sobre la defensa de sus derechos humanos.
Por medio de este acercamiento, Zúñiga pudo detectar que hay todavía muchos prejuicios entre los universitarios que les impiden relacionarse con los chicos homosexuales. Este pequeño grupo de jóvenes sirvió de alguna forma para a través de ellos se puedan ver las necesidades de los demás.
La propuesta para darle continuidad es reunirse una vez por mes para continuar con este espacio donde van a recibir información, compartir experiencias y fortalecer su identidad de homosexuales.
