- En su gran mayoría son por el alza en el cobro de los recibos a los clientes
- Por falta de competencia del suministro, es “difícil” operar de forma distinta
Durante el mes de febrero, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en Aguascalientes levantó trece quejas en contra de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que revelan ya un claro aumento con respecto al año pasado, cuando en total se presentaron 93; es decir, poco más de siete quejas por mes, señaló el delegado de la dependencia en el estado, José Antonio Sánchez Gómez, quien aclaró que en su mayoría, estas querellas son por incremento desmedido en el cobro del servicio.
Sánchez Gómez indicó que, cada dos meses se presenta un mayor número de recursos ante la Profeco; sin embargo, no todas proceden porque “nosotros les damos un paso al FIDE para que ellos vayan y hagan su verificación (…) después de eso, ya mucha gente no regresa con nosotros” porque en el proceso le detectan alguna fuga de energía eléctrica que ocasionaba el aumento en el consumo.
El funcionario consideró que “la CFE es muy difícil” debido a la falta de competencia y ejemplificó con los casos en los que la compañía hace “acuerdos” con personas cuyo medidor se detecta descompuesto: “se los cambia, les pone uno nuevo y obviamente se va a un consumo que, de acuerdo a la Comisión, dicen que es el normal (…) y entonces hacen un reajuste y les cobran hasta cierto tiempo lo que pudieron haber dejado de cobrar en su momento”.
Esta situación, aseguró, es la que comúnmente genera las quejas, pero que usualmente se resuelve con otro acuerdo donde se otorga un plazo para pagar el monto que resulte.
El defensor del consumidor destacó que “los recibos tienen tres diferentes aspectos de cuota: de cero a cierta cantidad, es un precio de 65 centavos, por ejemplo; pero si se pasa de esa cantidad, la diferencia” tiene un precio más elevado y si sobrepasa el límite de ese cobro, “la otra diferencia” es todavía más cara, entonces por eso se disparan los montos del recibo.
Recomendó a los consumidores tener “esa conciencia de ahorro de energía eléctrica”, que consiste en consumir mejor y consumir menos energía a través del uso de focos ahorradores, buena evaluación del consumo energético al adquirir electrodomésticos y otros aparatos de corriente y constante revisión de la instalaciones eléctricas en las casas.
Aún así, el funcionario subrayó que toda queja presentada en la Procuraduría del Consumidor es justificada “y al que le corresponde defenderse es al proveedor o prestador de servicios, que diga lo contrario y que nos lo demuestre además y que el consumidor quede satisfecho”.
Admitió que es un proceso que no se lleva menos de cuatro meses y que puede terminar en sanción al proveedor con una multa, que se fija dependiendo del tipo y gravedad de la infracción.
