- El colodión húmedo no es una técnica antigua es una heliografía contemporánea
Al mirar una cámara con la que se trabaja la técnica del colodión húmedo hay quienes recordarán la época de Porfirio Díaz donde las familias se preparaban durante horas, se peinaban los niños, las mujeres se ponían sus mejores galas y los hombres llevaban su traje y su sombrero, después a sentarse frente a la cámara y esperar sin moverse para que ese momento único e irrepetible que de plasmado sino para siempre cuando menos si por los próximos cien años.
El colodión húmedo fue la técnica anfitriona del Cuarto encuentro de fotografía organizado por Jorge Camarillo, con la colaboración de toda la “familia” fotográfica que se ha constituido alrededor de los devotos de conservar almas, fragmentos, momentos. Usar esta técnica ahora no es una remembranza o una añoranza por lo que antes fue, es más bien lo que ellos han llamado una heliografía contemporánea, sólo una elección de la técnica que más le satisface al fotógrafo. Hay para quienes el colodión es la hermosa espera de no saber cómo saldrá la imagen y los segundos en que el fotografiado se suspende para esperar ser captado.
La emoción de esa espera además de todas las cuestiones técnicas involucradas en el proceso como la aplicación del colodión en las placa de cristal, su viaje por el baño de plata la espera ahí dentro para sensibilizarse, después se mete en la cámara y luego se expone a lo que se quiera tomar; quienes practican esta técnica depende mucho de las condiciones del clima, de la luz. Después de “captar” la imagen se van al proceso de revelado que es uno de los primeros momentos más emocionantes porque poco a poco aparece la imagen, entonces es cuando se sabe si el proceso anterior fue el adecuado.
Yucatán es el estado más importante en cuanto al manejo de colodión húmedo, allá hay una colección de imágenes de más de cien años, conservada en la fototeca Pedro Guerra. Eso refleja no solamente la imagen sino también la evolución de las personas, cómo eran tratados los mestizos frente a la gente de la clase alta. A partir de estas imágenes se pueden desarrollar una serie de técnicas incluso las reproducciones de forma digital, es la base para las demás técnicas.
Fueron María de la Luz Medina Chávez y Waldemaro Concha Vargas quienes se dieron a la tarea de investigar sobre la técnica, fueron los primeros en promover el uso y lo han logrado en gran medida pues de los lugares donde ellos han dado cursos o talleres hay gente que ya hizo la inversión inicial para comprar su equipo y desarrollar esta técnica desde sus lugares de origen, Aguascalientes no fue la excepción. Ellos eran hasta hace un poco los únicos ambrotipistas de toda América Latina.
“Está encaminado a encontrar la expresión a buscar la expresión artística del fotógrafo por eso hay fotógrafos que se sienten con una expresión agradable, es una forma de expresión, nosotros tenemos un lema en nuestra página de colodión, el colodión sólo es una forma diferente de hacer fotografía”, comentó Waldemaro Concha desde el laboratorio donde impartió su taller.
Más que fotografía alternativa, más que procesos antiguos, el colodión es una heliografía contemporánea.




