- La educación artística es la parte medular de la política cultural del ICA
- Formar artistas propios para participar en festivales y encuentros de talla internacional
Más del 50 por ciento del presupuesto del Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA) se destina para educación artística, incluyendo no sólo la oferta de la Universidad de las Artes sino también el trabajo hecho a través de PROARTE y de otros programas alternativos por medio de los cuáles han fomentado y formado a niños, jóvenes y adultos en el área de las artes para crear una generación de artistas, comentó Víctor Manuel González Esparza, director del instituto como principal bandera de su política cultural.
En la preocupación del instituto por fortalecer esa política educativa, exclusivamente en torno al tema de la Universidad de las Artes se ha buscado acondicionar la infraestructura, revisar a fondo los planes y programas de estudio para dar la certificación necesaria a la oferta educativa y la capacitación de maestros, han sido tres grandes áreas de trabajo que han dado ya sus frutos. En las aulas se tiene a más de cinco mil alumnos y se ofrecerán 200 nuevos lugares con la oferta para cada ciclo escolar con costos similares a los que maneja la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), con becas académicas e incluso facilidades de pago.
Actualmente la Universidad de las Artes no cuenta con una estructura burocrática encabezada por la figura de un rector y otras áreas afines, sin embargo la realidad es que no es este un trámite indispensable para su funcionamiento pues cinco de los ocho programas de estudio ofrecidos están ya registrados ante la Dirección de Profesiones. Esto no significa que no se contemple la existencia de una autoridad de este nivel, sin embargo por el momento el proyecto está en proceso de fortalecimiento y la burocratización no es un pendiente a corto plazo.
En este mismo sentido, Eudoro Fonseca Yerena, director de educación artística media y superior del ICA destacó también la ampliación de la infraestructura y también el diseño académico hecho en conjunto con los coordinadores de cada una de las carreras ya existentes y de las creadas en estos últimos años.
“Se hicieron los planes de estudio completos, se registraron, en este momento todavía tenemos en proceso algunos registros en la Dirección de Profesiones, han ido saliendo paulatinamente (…) tenemos la licenciatura en danza clásica, la carrera de técnico instrumentista ejecutante y de técnico superior universitario en canto porque son las últimas de las que hicimos plan de estudios”.
En torno a estas tres carreras que tienen todavía su registro pendiente, comentó Fonseca Yerena, la entrega de los documentos se tardó más de lo normal, porque están ya sólo a la espera de la resolución que será de un día para otro pues quedaron de entregárselos en este semestre.
Para apoyo de los docentes de las diversas licenciaturas como por ejemplo la de música, el ICA en conjunto con el Conservatorio Nacional les ofreció la posibilidad de obtener un título a través cursos de nivelación donde actualmente participan 21 maestros ya por concluir. Lo mismo sucede con los del área de artes visuales donde el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) acaba de dictaminar los expedientes de cinco profesores que pudieron nivelarse a través de La Esmeralda.
La Universidad de las Artes ofrece ocho carreras, licenciado en teatro, artes plásticas, danza clásica, danza contemporánea, docencia de la danza folclórica mexicana, técnico superior universitario instrumentista ejecutante, en canto y la maestría en arte contemporáneo. Aunque son ocho opciones de estudio, se pueden obtener once diferentes grados académicos porque hay una licenciatura que ofrece la posibilidad de titular como técnico superior universitario y dos carreras más ofrecen el grado de técnico medio.
Para González Esparza no es tan provechoso que se inviertan alrededor de 50 ó 60 millones de pesos en un festival de quince días que no es menos importante, pero no queda un precedente real de formación. Para él es más importante tener grupos de teatro, canto, música propios que representen al país en festivales o encuentros donde pueda compartirse y al mismo tiempo medir los alcances de los grupos locales.
“Creo que estamos exagerando la tónica de los festivales, creo que son muy importantes, vienen finalmente a cubrir una necesidad, pero lo que nosotros le dedicamos a educación artística (…) a mi me causa mucha preocupación en términos de política pública cultural, que se gasten en quince días en un festival”.
