- Acusa González a sus homólogos de no querer aprobarla en su totalidad
- En reforma de seguridad nacional hay ciertos faltantes necesarios subsanar
“La reforma política se sabe el martes”, sostuvo el senador panista, Felipe González González, informando que el lunes y martes estaría pasando a comisiones para tener una resolución pronta sobre el tema.
El problema lo vio en que “una parte de los senadores dice que solamente una parte podrá salir, yo no estoy de acuerdo, se llama reforma política, todo o nada, yo no digo que salga todo afirmativo pero yo digo que ya de una vez discutamos si va o no va”, por lo que convocó a sus homólogos para enfrentar a la sociedad civil y explicar cuáles son los puntos que deben de afinarse, relacionándose con cada grupo parlamentario.
Desde su perspectiva, los obstáculos se han visto principalmente porque “estamos rompiendo el monopolio de los partidos, estamos empoderando a la sociedad”, en este planteamiento insistió en que así la sociedad puede darse cuenta cual es el organismo político que le quiere apostar a la participación ciudadana y cual prefiere continuar en el mismo sentido que se tiene actualmente.
Enfatizó en que hay un alto costo político para las próximas elecciones en caso de aprobarse esta reforma, lo cual está impidiendo su discusión. La iniciativa fue presentada por el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, en la que están contemplados diez puntos, entre ellos el referéndum, la segunda vuelta y un menor número de legisladores en el Congreso de la Unión.
La reforma de seguridad con ciertos faltantes
Como integrante de la comisión de seguridad pública en el Senado de la República, dijo que la última reforma presentada y discutida en la Cámara alta respecto a la seguridad, tuvo un faltante, “yo no estaba de acuerdo en eso que cuando fuera un problema social o de una huelga o algo, que no podíamos mandarle apoyo a un estado, a mí no me interesa de donde venga el problema, aquí no se trata que institucionalicemos la anarquía, aquí lo que se trata es que cuanto esté en riesgo la gobernabilidad democrática, sea de donde sea la fuente”, recordando que para la expresión ciudadana hay ciertos marcos jurídicos, sin más.
A pesar de esta inconformidad, calificó a la reforma como buena porque a su decir se le dio el marco legítimo, y jurídico a la situación del gobierno, manifestando que este era uno de los puntos más graves como faltantes en la legalidad.
Según González González, el planteamiento que hiciera su homólogo, Rubén Camarillo Ortega respecto a la legalización del ejército en las calles, es una situación que ya se ha discutido, “la ley de seguridad nacional habla que de aquí en adelante no va a ir el ejército y la policía federal en casos de disturbios en el interior, si el gobernador o el Congreso del estado no lo pide. Dos, que la persecución del crimen organizado es paralela, porque esa no es una intervención de lo que viene siendo la vida interna de los estados, esa no la vamos a mover”, considerando que no hay la necesidad de modificarla.
Así mismo, reflexionó en que esta legislación pretende delimitar la autonomía de cada uno de los gobiernos, tanto estatal, municipal y federal.