- Hay ciertos grupos específicos que están ávidos por conocer y ser atendidos
- Los integrantes de CECADEC comprobaron esta necesidad al repartir condones en la Feria
Los integrantes del Centro de Capacitación para el Desarrollo Comunitario (CECADEC) repartieron durante los cuatro fines de semana de la verbena abrileña, en el perímetro ferial condones para jóvenes, adultos, hombres, mujeres y todos aquellos que se saben conscientes del cuidado necesario al momento de tener relaciones sexuales. Hubo reacciones de todo tipo, sin embargo la constante fue la necesidad de información que todos tienen acerca de este tema.
Los jóvenes, adultos, gente de la tercera edad sean ricos, pobres, hippies, cholos, skatos o con cualquier preferencia, tienen relaciones sexuales, es este un tema que las sociedades, los sistemas educativos y las instancias gubernamentales en muchos casos han dejado de lado. Algunos dicen que omiten hablar de preservativos porque esta es una manera de fomentar la práctica del sexo.
Este ejercicio que no es la primera vez que se realiza, evidenció la necesidad de la población de todas las edades por obtener información científica y adecuada del uso del preservativo y de los temas relacionados con el ejercicio de la sexualidad. En las tribus urbanas fue todavía más obvia y marcada la necesidad que ellos tienen de aclarar sus dudas y ser atendidos.
Cada uno de los voluntarios tuvo un área específica del perímetro ferial para repartir, en el caso de Ilse Calvillo ella estuvo en la zona de antros, en una parte del área de tambora. Entre las reacciones que ella tuvo al momento de repartir los condones, estaba la novia que no los aceptaba y le decía a él tómalos tú, son para ti; había jovencitas hasta de 15 años de edad que se llevaron hasta tres condones, los jóvenes entre broma y un poco de verdad querían incluso una demostración de cómo se usan los condones, pero eso por esta ocasión lo tendrían que aprender con sus amigos. Hubo frases como, “no son para mí, son para mis hijos”, “realmente no saben que pasa de noche aquí en la feria”. Ella no se encontró con alguien que se los rechazará a excepción de unos seminaristas católicos que incluso se quedaron con cara de sorpresa.
Eddy Romo estuvo repartiendo alrededor de la megavelaría, alrededor de la Plaza de Toros Monumental, todo el espacio frente a la expoplaza. Para él, la experiencia comenzó con él mismo pues no tenía conocimiento de que había quien repartía condones gratuitos en la feria. La gente los miraba extraño, otros creían que eran vendidos y al saber que eran gratuitos pedían más de uno. Eddy sí encontró quien se los rechazó, “me lo encuentro de frente y le dijo oye amigo buenas noches, te puedo regalar unos condones, estiro la mano se los doy y la reacción de él fue no a mi no, me pegó en la mano y me los tiró”.
A través de este trabajo él reconoció la necesidad de repartir condones gratuitos entre la población, desde los jóvenes hasta adultos, porque sirven para prevenir tanto embarazos no deseados, una infección de transmisión sexual o alguna situación más grave ante la inminente realidad de que las personas tienen contacto sexual.
Quienes más mostraron “el quiero pero no puedo” o “no quiero pero sí me hacen falta” fueron en su mayoría las mujeres cuando iban acompañadas de sus papás o su novio generalmente porque no los aceptaban; en algunos casos había quienes dejaban que sus papás avanzaran y se regresaban para pedir unos para ellas, los tomaban los novios y hasta los amigos.
Hubo gente interesada incluso por datos del colectivo o simplemente se acercaron para felicitarlos por esta acción por considerarla importante. El personal de servicios públicos, barrenderos, policías, los señores de la tambora y pepenadores incluso se les acercaban para pedirles, “acá también los necesitamos”, decían.
A Ramón García le tocó el área de los cholos, fueron con chicas trabajadoras sexuales, personas de la tercera edad con ellos fue muy obvia la necesidad de tener información y protección al momento de tener relaciones sexuales. “Había cholos ya adultos, grandes, 60 años andaban con sus hijos y sus nietos cholitos y decían dales a ellos”.
Les entregaba yo a los emo, darketos, punk, nos pidieron mayor acercamiento de parte de organizaciones de este tipo, dijeron sentirse muy apartados de acciones como esta.




