De regreso a la realidad
Los arturos repartiendo tequila en Rincón de Romos
A dos días de mandar a volar a las campañas
Se va México del mundial y regresa la “normalidad”. Con el fracaso de la selección mexicana en el mundial de Sudáfrica, la población regresará a la normalidad de sus actividades, el distractor del futbol ya será menos con la salida del “tri” de la justa mundialista, quizá haya más espacio en el tiempo del ciudadano de pensar por quién votará el próximo domingo, lo cierto es que muy probablemente el gober reaparezca en la escena, después de haberse paseado entre jirafas, leones e hipopótamos, confirmado el rumor de su partida al continente negro donde se tomó unos días para aclarar la mente, algunas de la ventajas de ser funcionario y no cualquiera, pues algún osado mortal que se hubiera aventurado a despegarse esos mismos días de su trabajo, lo habrían recibido con su finiquito.
Para ir cerrando con broche de oro, la de ayer no tenía por qué ser una jornada distinta a las demás. A los candidatos les importó un pepino que los reporteros y sus equipos de campaña se perdieran o medio vieran el juego de la selección nacional y para no fallar a su costumbre los priístas llegaron tarde a la expoplaza. La conferencia estaba convocada a las 13:15, y los candidatos llegaron ya arrancado el partido para dar sus palabras, las mismas, sólo que con actores distintos, a medio tiempo.
De ahí, la flota de reporteros trabajadores tuvieron que correr a un “antro” donde se suponía que los panistas darían su conferencia de prensa. Para no variar, los panistas dieron su conferencia hasta que concluyó el juego de la selección. A estas alturas, y al ver el nivel que han mostrado ambos partidos, ofende que hasta en eso no respeten a quienes han cubierto sus campañas, malas, de cabo a rabo.
En ausencia de su presidente nacional, que ayer apreció apoyando la declinación de la candidata a la gubernatura de Tlaxcala, el PRD cerró sus campañas en la capital con un público tan austero como su evento.
Salvo la gente del partido y pequeños grupos como el de la diversidad sexual, que apoya a Julián Elizalde, los asistentes a la plaza Fundadores permanecieron como inertes escuchando los discursos del candidato a la presidencia municipal y la representante del CEN perredista. Por más que las porras de jóvenes se desgañitaban gritando porras y consignas, el PRD no logró prender al pequeño grupo de ciudadanos, en su mayoría adultos y adultos mayores.
No fue sino hasta la intervención de Nora Ruvalcaba, con sus dotes de oradora y la agilidad mental que la caracteriza, que algunas personas cedieron y comenzaron a aplaudir y a tratar de descifrar los mensajes dirigidos a ella en las porras.
Como punto positivo está que, cuando la diputada con licencia comenzó a hablar de lo que significa la compra de votos, algunos rostros se mostraron reflexivos y dieron señales de haber entendido el mensaje. Lo mismo cuando el mensaje se volcó a lo que han hecho los gobiernos del PRI y el PAN.
Con el cierre de las campañas, esperemos, se cierra una de las contiendas más raras, sucias y en la que el gran ausente ha sido el interés por la ciudadanía y su bienestar.
Entre las “anécdotas” de campaña que hemos podido recabar de la ciudadanía, está la repartición de tequila que los Arturos (González y Colmenero) hicieron en Rincón de Romos sobre un camión jalado por mulas; en ese mismo municipio, las invitaciones que el Partido del Trabajo hacen a jóvenes a eventos donde reparten cervezas y los suben a caballos para ganar su voto.
En la capital y otros municipios, las entregas de despensas del PAN, “Aliados por tu bienestar” y Convergencia; los discursos del PRD donde su candidato a la presidencia municipal promete cosas que le tocan a gobierno del estado y su representante pide que “recuerden” quién aumentó los impuestos el año pasado y luego duda: “no el año pasado; sí, el año pasado” y los eventos taurinos del PRI por los que, aunque se niegue el apoyo de municipio y gobierno del estado, se cierran calles del centro de la ciudad en pleno domingo por la tarde.
Descansemos de propaganda un año y aprovechémoslo bien, que viene el 2012 y esa será una contienda como ésta, pero en versión “corregida, aumentada y recargada”.




