Al Instituto Estatal Electoral (IEE), le preocupa mucho que los jóvenes no acudan a las urnas. Los datos de elecciones pasadas nos muestran que son el sector que menos vota y es una verdadera lástima porque, simplemente por edad, son los jóvenes los que más necesitan de acciones de gobierno en México.
Preocuparse no resuelve problema alguno, hay que ocuparse. Con esta filosofía en mente, este año el personal del IEE decidió hacer una estrategia que pudiera captar el interés de los jóvenes de tal manera que se dieran cuenta de la importancia tan grande que tiene el votar como primer paso de la participación ciudadana en nuestra democracia (por favor, que no se me pida que la califique como “incipiente” porque creo que se le va a quedar ese adjetivo a perpetuidad). Decidimos que al joven hay que hablarle en su idioma y, entre otras acciones, nos dedicamos a hacer fiestas por la democracia llamadas DEMOFEST: tres en abril durante la feria y una magna en la Exedra, el sábado de la semana pasada. Si tu lector, lectora, no asististe, te perdiste una lección de civismo que nos dieron los jóvenes ese día a todos los que acudimos.
Es digno comentar que buscamos grupos que participaran ese día y que no tuvimos problema alguno para reclutar algunos que quisieran hacerlo terminando con ocho grupos locales de jóvenes que ya teniendo un renombre regional accedieron a tocar sus “rolas” sin cobrarnos un centavo en aras de la democracia. Fue así que escuchamos a Jade, Sayonara, Baile Maleducado, Psicophono, Biztec, Tequila Speedway, Madame la Renta, Sick y entre grupo y grupo, un animador de nombre Mariguayabo. Contamos con una animadora excelente, una jovencita muy profesional de nombre Rubria que invitaba continuamente al auditorio a acudir a las urnas el 4 de julio próximo y votar por quien cada quien quisiera, haciendo hincapié en la importancia del voto joven, aunque en honor a la verdad había también muchos adultos escuchando y disfrutando del concierto.
Y luego, transcurrido más de la mitad del concierto, un muchacho que dijo estar en secundaria, lo que se comprobaba fácilmente por su aspecto, subió al escenario y pidió hacer uso del micrófono. Las palabras que dijo me recordarán siempre por qué nunca debo perder la fe en la juventud de México. Con palabras propias de su edad y notándose la elección cuidadosa que estaba haciendo de ellas, nos invitó a todos a votar, nos dijo que es nuestra obligación y agregó que al acudir a las urnas recordemos los colores de nuestra bandera: el verde que significa la esperanza, la esperanza de que nuestro país mejore con las autoridades que elijamos; el blanco que quiere decir unión, la unión de todos los presentes, como en el concierto, para hacer de México un país de mejores oportunidades; el rojo que significa la sangre de nuestros héroes que lucharon por nuestra patria y cuyos esfuerzos serían desperdiciados al no acudir a votar el 4 de julio. Cuando terminó de hablar y recorrí con mi vista a muchos de los presentes, pude notar que se encontraban tan emocionados como yo estaba.
A todos los integrantes de los grupos que estuvieron ese día con el IEE promocionando el ejercicio democrático de votar , a Rubria, nuestra excelente conductora, a los también jóvenes integrantes de los medios de comunicación que cubrieron el evento y que con su trabajo nos permiten llegar a más ciudadanos jóvenes y no tanto, y a ese alumno de secundaria cuyo nombre no recuerdo, quiero darles las gracias por su tiempo y sus conceptos pero sobretodo por refrendar en mi y, estoy segura, en muchos de los asistentes, nuestra confianza de que México seguirá siempre adelante gracias a su gente joven, no a la que todos los días vemos inmersa en problemas de delincuencia sino a la que se traza un sueño y es capaz de hacer grandes esfuerzos por conseguirlo. Hago votos para que los adultos no les fallemos faltando a nuestra obligación de ir a votar el cuatro de Julio.
