- Los protagonistas se dijeron felices por el momento de compartir sus experiencias
- Sin querer se manifestó la ineficiencia de las instancias de gobierno en México en la producción
Las luces se apagaron porque se fue haciendo de noche, pero quedaron encendidas en el cielo unas cuentas que de pronto parecían formar lo que alguien ha llamado constelaciones, no todos las entienden, no todos las explican, pero siempre hay espíritus solidarios acostumbrados a mirar hacia arriba y dispuestos a ir hasta los lugares donde nadie llega, los que nadie recuerda, donde incluso hablan distinto y tienen una cosmovisión ancestral. Ellos son los cometas Enoc Fuentes y María Luisa Aguilar, profesores jubilados dedicados a viajar en su camión escolar adecuado como casa y enseñar astronomía en lugares apartados que la noche del jueves presentaron el documental El viaje del cometa.
La sala Imax del Museo Descubre fue la sede de la proyección, aún en la oscuridad o en la media luz era impresionante ver la sala llena, no sólo de adultos, sino de jóvenes y niños, familias completas que en su mayoría se quedaron hasta el final de la proyección programada para una hora y media donde después se dio un diálogo con los protagonistas de la historia que mostraron mucho de su vida, la que ellos aman.
Aún cuando no se hizo alguna transmisión enlazada por las 25 ciudades donde se proyectó el documental, los ahí presentes desde el inicio de la proyección supieron del fenómeno y quién sabe si todos hayan dimensionado la importancia de este ejercicio que como un ritual se sincroniza en diferentes partes del mundo, para en este caso hacerle un homenaje al universo y a todos aquellos seres compuestos de polvo cósmico que acostumbrados a mirar hacia el cielo incluso se olvidan un poco de sí mismos para darse a los demás. Otra de las grandes oportunidades fue el diálogo posterior a la proyección y los momentos de observación hacia el cielo.
El viaje del cometa, un documental dirigido por Ivonne Fuentes, fue una forma de conocer la manera en que un sueño puede cumplirse para quienes lo pensaron y para quienes rodean a esas personas. Los cometas llegaron en más de una ocasión a “irrumpir” ambientes no solamente escolares sino también los de las comunidades y las ciudades para poder compartir algo de sus conocimientos sobre el comportamiento del universo, su pulso y sus ritmos.
Para los integrantes de la Sociedad Astronómica de Aguascalientes fue un placer contar con la presencia de los protagonistas de esta historia que para ellos es un ejemplo de la dedicación y entrega de persona que amando a su país y sus aficiones deciden llevarlo como Enoc y Mary y lo recalcó en varias ocasiones, a esos de los que nadie se acuerda refiriéndose generalmente a zonas rurales e incluso indígenas de los diversos estados de toda la república donde se maravillan y al mismo tiempo comparten formas de ver el cielo, la vida y el universo completo.
Los protagonistas de esta historia se dijeron agradecidos con la respuesta de la gente de Aguascalientes y por la oportunidad de poder compartir esto que ellos realizan como parte de un proyecto que incluso ya tiene nombre, Astronomía por México y que hasta ahora no ha recibido el apoyo de alguna autoridad para convertirlo en un programa más fortalecido.
Sin querer dentro del documental se dejó ver la ineficiencia existente en las instancias públicas del país pues sin querer El cometa que es el camión de Enoc y Mary se tuvo que quedar por no tener los documentos necesarios para hacerlo viajar en el Ferri y poder seguir el viaje en Sonora. Este fue el regalo que los cometas trajeron en esta ocasión para Aguascalientes.




