- No hay espacios, ley o instancia pública dispuesta a respaldarlas
- Han elegido la calle y la prostitución después de encontrar las puertas cerradas
La mayoría de las chicas transgénero han soñado con llegar a ser profesionistas, sin embargo las ha detenido no su aspecto porque de ese ellas están muy orgullosas, las ha varado el nivel de discriminación que las personas en la sociedad y las instituciones que les han coartado el camino por ser totalmente diferentes a lo establecido.
Esta es una experiencia que Julián Elizalde Peña ha vivido muy de cerca a través del colectivo Sergay en su contacto con el colectivo Fangoria Nice donde están integradas varias de las chicas transgénero que han buscado de alguna forma conocer más sobre la manera de proteger sus derechos.
Ante los altos niveles de marginación y discriminación que ellas viven en la sociedad, despreciadas la mayoría de las veces por sus familias, muchas se sienten “atrapadas” y toman como alternativa las calles lo cual implica que su opción de empleo es la prostitución. Esto las pone en una situación de doble vulnerabilidad, por la ilegalidad de su trabajo y su condición sexual.
Hasta el momento en Aguascalientes no existe algún espacio, ley o institución que proteja a las mujeres transgénero, es muy larga la lista de peticiones y amplio el camino de retraso hacia una vida libre de discriminación. Requieren atención médica y asesoría psicológica en su proceso de transformación, apoyo para adoptar su nueva personalidad y ser aceptados públicamente.
El primer acercamiento de Wendy Soto, actual coordinadora del colectivo Fangoria con el colectivo Sergay fue en el 2005 por la petición de unos talleres para las chicas transgénero; en el 2007 este grupo se constituyó oficialmente con el slogan de “Mujeres Trans formando su vida”. Las principales problemáticas de aquel momento eran inicialmente por su apariencia, “como todos sus documentos oficiales como es la credencial del IFE, su acta de nacimiento estaban con nombre de hombre, ellas tenían mucho problema en las instituciones porque la gente lo que veía eran a mujeres y sin embargo sus documentos tenían nombre de hombre”.
En el sector salud se les negaban los servicios principalmente en relación a la diferencia en cuanto a la forma en que ellas se asumen y el cuerpo masculino en el que están contenidas para hacer la transformación ellas recurren a recetas empíricas que otras mujeres les han pasado como es suministrarse hormonas, sin embargo son métodos no supervisados, sin prescripción médica ni seguimiento de profesionales. “Es grave porque no saben las consecuencias que pueda tener que se pongan alguna sustancias que tendrían que estar vigiladas por un endocrinólogo o cualquier experto en el tema”.
Su apariencia misma no les da la oportunidad de desarrollarse en el ámbito laboral, en las mismas escuelas incluso desde que son niñas o adolescentes tienen problemas de discriminación e incluso hay ya varios casos de expulsiones por esta razón, debido a que los profesores y los padres de familia ven como mala estas prácticas. Con esto para ellas su vida profesional se ve truncada, sin ninguna alternativa.
Comentó Elizalde Peña que por principio de cuenta hacen falta leyes que protejan a este grupo de población como es el caso del Distrito Federal donde existe ya una ley para proteger el cambio de identidad. El hecho de que se defienda legalmente el cambio de identidad de las mujeres transgénero las protege de un estado de vulnerabilidad. “Lo único que intentan es sobrevivir a este mundo hostil a este Aguascalientes con autoridades discriminatorias y que lo único que saben es con la fuerza pública es tratar de limpiar calles”.
“Las chicas son detenidas, en estos tiempos cada ocho días en este periódico amarillista que todo el mundo conocemos aparecen las fotos de las chicas que fueron detenidas, muchas de ellas ni siquiera se dedican al trabajo sexual, sólo salen para divertirse, socializar un ratito y las detiene la policía”.
Con lo poco que estas mujeres han avanzado se han logrado empoderar, conocen sus derechos, sus obligaciones, conocen bien la situación del trabajo sexual, pero lo que ellas ahora necesitan es ser escuchadas para que les ayuden a dar solución a las problemáticas que son para ellas un impedimento para desarrollarse, desde su cambio físico, la asesoría psicológica y otros aspectos relacionados con el desarrollo de su vida.
Aunque las mujeres transgénero han sido escuchadas por varios candidatos o funcionarios hasta ahora no les han resuelto algo significativo.




