- Temen panaderos que incremento en harina termine por sepultar sus ventas
- Los consumidores optan por bolsas de pan frío, a 25 pesos por 40 piezas
Unas 150 panaderías de Aguascalientes que emplean a casi 2 mil personas, se encuentran en la incertidumbre, pues no han tenido información precisa sobre el incremento en el precio de la harina de trigo que se dio a conocer la semana pasada a nivel central. No saben de cuánto va a ser y en qué medida se replicará en los productos, pero lo más preocupante es que ya desde el último incremento, en 2008, las ventas no han pasado del 70 por ciento.
José de Jesús López Martínez, delegado en el estado de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora y Similares de México (CANAINPA), sostuvo que “no sabemos de cuánto viene el incremento, esperemos que no nos pase lo que en 2008, cuando se nos disparó en 120 por ciento sin que nadie nos informara”.
López Martínez anunció que el próximo jueves se reunirán los titulares de la cámara en todo el país y probablemente ahí se dé a conocer cuánto subirá; sin embargo, estimó que será en una proporción similar a la de 2008, reflejándose en 50 centavos por pieza de pan, además de impactar a derivados como la tortilla de harina, churros, galletas, etcétera.
Subrayó que la gravedad de este incremento para la industria panificadora radica en que ya con el precio actual, “no hemos podido aumentar nuestra proyección porque la gente no compra (…); también los abarroteros nos tienen atados de las manos porque muchas veces ellos negocian el pan con panaderías que no están establecidas formalmente”. Actualmente, sostuvo, “la mayoría de las panaderías estamos trabajando al límite”.
La escalada en el precio de esta materia prima se debe entre otros factores a los incendios forestales que se registraron en Rusia en semanas pasadas, por los que esa nación perdió casi toda su producción de trigo, grano que los panaderos mexicanos importan para trabajar.
A esto se suma “un punto rojo muy alarmante que se está viendo”: con menos poder adquisitivo, las familias han optado por comprar costales de pan frío, que cuestan 25 pesos y contienen hasta 40 piezas, junto con el hecho de que “el azúcar está también carísima, no se diga el gas y la gasolina, que eso nos incrementa el costo de nuestro producto, porque la gente no entiende que nosotros llevamos el pan a las tiendas y damos dos vueltas al día”, apuntó el líder.
Enfatizó que aunque el ajuste sería necesario para los tahoneros, si se da como consecuencia del incremento a la harina “no lo vamos a poder costear”.
“Las ventas –sostuvo- nos han bajado, desde 2008, hasta en un 30 por ciento y no nos hemos podido recuperar. El pan se está haciendo un alimento de lujo”.
En 2008, el costal de 44 kilogramos de harina incrementó su precio de entre 148 y 150 pesos hasta alcanzar los 310 pesos. Cada una de las panaderías de Aguascalientes produce alrededor de 4 mil piezas diarias, en las que se utilizan entre 100 y 150 sacos a la semana.
De acuerdo con el monitoreo de PROFECO en la entidad, éste ha sido el comportamiento del kilogramo de harina de trigo y los dos kilogramos de azúcar del 1 de agosto a la fecha. También se incluyen otros aumentos que se han hecho patentes recientemente




