Los títeres son una de las tradiciones más representativas de México, las carpas como parte de la diversión de las ciudades y esos muñecos de cartón, de madera o de tela que estando en el escenario cobran vida, se vuelven actores con vida propia acompañados de unos hilos mágicos que detallan sus movimientos.
Como resultado de una beca del Fondo Estatal para la Cultura las Artes (FECA) de la emisión 2010-2011, Sandra Rosales del grupo de teatro La Tribu, realizó un proyecto que lleva por nombre La niña que mira desde la ventana que es un exposición teatralizada de títeres para la cual, contó con la participación de tres creativos más, Alejandra Vega, Diego Ugalde y José López. Entre todos construyeron dos grandes familias de títeres, unos huéspedes de cajas de madera; los otros son los personajes de la Independencia, la Revolución y hasta la reforma que vinieron del pasado para compartir con la personas sus experiencias.
Arrancaron a trabajar en noviembre del año pasado, primeramente a diseñar la idea, a concretarla para que entrara dentro del proceso de selección de los proyectos y de ahí en adelante comenzaron a trabajar con la recopilación de la información y la fabricación de los propios títeres, contó Sandra Rosales.
Quizá algunos abuelos recuerden que en alguna ocasión sus padres los llevaron a la carpa de los títeres para ver historias de caballeros, algunas con final feliz, otras muy tristes, pero lo más maravillosa era ver como se ponían en pie de nuevo los títeres después de haber sido atravesados por una espada o muertos a balazos. La función tenía que continuar.
La niña que mira desde la ventana puede ser cualquiera de las y los que asistan a presenciar la manera en que se produce la magia, el momento en que los títeres cobran vida para contar historias. Ambas exposiciones de títeres están montadas de manera permanente en las salas de exhibición del centro cultural Los Arquitos, sin embargo de manera especial los días 10, 11 y 23 de septiembre, se dará una función introductoria de actuación y una conferencia en torno al tema de los títeres, su historia, su presente, su futuro, en México y en otras partes del mundo.
Para el día 10, estará en conferencia van a estar la directora del festival de teatro internacional de títere de Morelia, el 11 estarán dos investigadores José Luis Mercado de Jalisco y un titiritero de Zacatecas y el 23 esperarían la participación de Eleno Flores que es parte de la familia aguascalentense que tiene todavía vigente la tradición de títeres.
Estuvo pensado desde un principio que fuera un proyecto donde los niños tuvieran una experiencia lúdica con los títeres, que pudieron construir y reconstruir la historia. “Tanto la ficticia como la cuestión coyuntural del Bicentenario y todo este asunto, y luego nos dimos cuenta que también podía ser una propuesta para quienes se dedican al teatro de títeres”.
La parte que podría servir como apoyo para los titiriteros es la de las cajas. A través de cada uno de los personajes se muestran diferentes formas de resolver los movimiento por medio de una propuesta de articulación, son como una guía para que por medio de la observación realicen un títere como esos que les sirvan para su propio trabajo.
La inauguración de la exposición fue la noche de este jueves pasado, a la cita asistieron una buena cantidad de personas mayores, pero también muchos niños que de inmediato rompieron el hielo y se acercaron a los títeres sobre todo a los más grandes que son los personajes importantes de la patria.
“Me pareció impresionante cuando les dije a los chicos y a las personas que estaban presentes pueden tomar un títere, fue una revolución, fue maravilloso”.
Las niñas bailaron con Porfirio Díaz, sentaron en la silla presidencial a Benito Juárez, caminaron con él y se sentaron a su lado, hicieron bailar a Josefa Ortíz de Domínguez y les dio curiosidad tocar los bigotes de Emiliano Zapata, fue una verdadera fiesta de celebración por el descubrimiento.
Y como en otras experiencias cuando los adultos tienen la oportunidad de asemejarse con su niño interno, esta no fue la excepción, los grandes se olvidaron de la formalidad, se acercaron a los títeres, los cargaron, a las mujeres las tomaron por la cruz y la cintura para bailar con ellas. Todos querían una foto con alguno de los personajes. Finalmente los títeres están hechos para ser manipulados, para qué sirve un títere ahí muerto.
“Me interesaba mucho que ellos descubrieran la relación que el titiritero tiene con su títere que no es la relación únicamente técnica sino que es una relación digamos ya que evoca una cuestión tradicional, un vínculo que se da, se va heredando y se va descubriendo conforme lees y te encuentras con ese otro que es el títere”.
Fuera de las fechas de teatralización las galerías están abiertas al público en general, en los propios horarios del centro cultural. Por el momento todavía no tienen otros espacios para llevarla, pero ese será la segunda parte del proyecto que consiste en la gestión de espacios que incluso podría ser en la calle, aunque todavía no se tienen fechas.




