Homenajeó la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) a Octavio Bajonero por sus 50 años como creador dentro de la gráfica y por el vínculo estrecho que se ha establecido entre la institución y el artista plástico, quien agradeció con lágrimas en los ojos el momento de la presentación del libro Octavio Bajonero 1960-2010, de Graciela Kartofel que fue quien hizo la compilación de la obra y las imágenes contenidas en esta publicación editada por esta casa de estudios.
La noche del viernes, la sede fue el Centro Cultural Universitario se dieron cita académicos y personas de la Universidad, amigos michoacanos del artista, la autora del libro y el mismo artista homenajeado, el mismo que tiene una pasión por la cultura prehispánica que es el origen de México y en gran medida fue este un tema reflejado en su obra. Esta es una coedición entre la UAA y los promotores culturales de Michoacán.
Para Aguascalientes en lo particular es un gran orgullo homenajear a un grabador, por ser la cuna de José Guadalupe Posada, Francisco Díaz de León y Gabriel Fernández Ledesma. Como parte de los presentadores participó Alfonso Pérez Romo, exrector de la UAA, destacó la importancia de que su obra revele la esencia de lo mexicano, no sólo en el dibujo o en el color sino todo en su obra, además de la interpretación de la muerte. Pérez Romo destacó la donación del acervo sobre el tema de la muerte que es hoy la colección que le dio vida al Museo Nacional de la Muerte.
Enseguida Carmen Gaytán Rojo, presidenta de la organización Semillas y quien desde diferentes trincheras ha trabajado el tema cultural habló de una manera muy extensa de la obra de Bajonero recordando que son sus bodas de oro y eso es sinónimo de fiesta, además de destacar la investigación que el artista plástico ha hecho de las cuestiones prehispánicas que han servido como inspiración para la creación del artista.
Gaytán Rojo desmenuzó el desarrollo artístico de Bajonero en todo este tiempo, desde el dibujo, el grabado y su relación con otros artistas que han sido parte del crecimiento del mismo artista.
Antes de que hablara el artista fue la ocasión de tomar la palabra de Graciela Kartofel que desde hace poco más de cinco años estaba “persiguiendo” al artista para tener todos los datos que necesitaba para hacer el libro que editó la Universidad, se acercó a Bajonero porque inicialmente le gustó su obra.
Kartofel distinguió dentro de la obra del Bajonero que es como una memoria. Inicialmente acercarse al autor fue complicado porque no quería hablar de sí, de hecho la intención inicial de la publicación era que sólo tratara sobre la obra pero finalmente la autora se hizo de sus propias artimañas para hacerse de imágenes e información para documentar la vida del artista.
Además del trabajo que él hace, también se ha dedicado a ser un maestro trashumante que va por diferentes lugares del país, dando talleres, enseñando a los jóvenes las diferentes aplicaciones del grabado y las posibilidades que existen ahora de crecimiento para este arte. Es una huella consciente de los lugares donde ha estado.
Cuando tocó la oportunidad de hablar a Bajonero tenía lágrimas en los ojos por la forma en que Kartofel se había expresado del artista, lo único que alcanzó a decir fue gracias para todos, al rector, a la gente del departamento editorial, al decano del Centro de Artes y la Cultura, Jorge García Navarro, además de otras personas a quienes no mencionó por su nombre pero que de igual forma les agradeció.
Bajonero dedicó la presentación del libro a la mujer porque en su vida han sido ellas quienes han aparecido en los momentos más importantes para impulsarlo, como en este caso Graciela Kartofel quien hizo esta compilación de este libro.
