- Se trata de un contrasentido asegura Gilberto Carlos Ornelas, diputado del PRD
- El tope presupuestal para alimentos, entre varios de los rubros, sobrepasa los 21 mdp
En la administración pública el término “gasto corriente” alude a actos de consumo, a erogaciones que no originan activo o beneficio alguno.
Toda vez que desde hace días se vislumbraba (pues ayer los diputados locales le dieron el visto bueno) la apelación a un endeudamiento superior a los mil 55 millones de pesos para aterrizar la segunda armadora de Nissan en Aguascalientes, Carlos Lozano de la Torre, gobernador, anunció que la administración estatal se apretaría el cinturón.

Así, a través de un comunicado de prensa publicado por La Jornada Aguascalientes este 29 de mayo, el funcionario refirió haber ordenado la eliminación de “gastos innecesarios en la labor gubernamental para mantener el ritmo de ahorros que permitan redirigir los recursos a obras para la consolidación de infraestructura”; no obstante, el dictamen del Legislativo revela un incremento de 30 millones de pesos en el aludido rubro de gasto corriente, justo a la altura de un área denominada Gasto Programable.
Dicha cantidad habría sido insertada en uno o varios de los siguientes renglones del ahora modificado Presupuesto de Egresos para 2012: servicios personales (nómina), materiales y suministros o servicios generales.
Hablando de este mismo presupuesto, cabe anotar que su capítulo correspondiente a transferencias y asignaciones sólo muestra un movimiento. Se trata precisamente de 30 millones, los cuales fueron depositados en una bolsa llamada “otros subsidios”.
El llamado del Ejecutivo a la austeridad se extiende a los “gastos relacionados con papel, insumos, energía eléctrica y telefonía fija… telefonía celular, alimentos, viajes y movilidad”, sin embargo, la legislatura no practicó recortes en su reforma.
El tope de “telefonía tradicional” para este año continúa en 11 millones 168 mil pesos, en 21 millones 636 mil el tope para “alimentos y utensilios” e incluso se mantiene en 36 millones 485 mil pesos el gasto en materia de “combustibles, lubricantes y aditivos”.
Gilberto Carlos Ornelas, único de los 27 diputados locales que votó en contra del endeudamiento, tildó de “contrasentido” que el Ejecutivo llame a la mesura económica cuando por otro lado impulsa la ejecución de desembolsos.
“Lo que habría que ver es cómo se justifica, porque de entrada es contradictorio que se llame a un programa de austeridad máxima y se incremente el gasto corriente”.
A manera de suposición, señaló que los 30 millones en comento pueden tener por objeto las secretarías de Desarrollo Económico, Finanzas y de Infraestructura y Comunicaciones, mismas que, producto de la obra, tendrán intensa actividad.




