•Estrategia equivocada la de los contrincantes del PRI, no les dará muchos votos, sostiene
Tras las manifestaciones ciudadanas llevadas a cabo en diversas ciudades de la República mexicana, entre ellas Aguascalientes, en rechazo a Enrique Peña Nieto, candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional –mismas que fueron organizadas desde las redes sociales y genéricamente se llamaron “marchas anti-EPN”–, Lorena Martínez, alcaldesa de la capital, vertió su opinión al respecto: “entiendo que fueron de muy poca respuesta, pero pues son muy respetables”.

Señaló que en nuestro país es digno de “preciar” y valorar la “libertad de expresión y la pluralidad en que vivimos todos”, por lo que este tipo de manifestaciones están en todo su derecho de realizarse. “Yo las respeto, por supuesto, y creo que son bienvenidas en un mundo democrático como el que estamos construyendo”, añadió.
Sin embargo, rechazó el hecho de que éstas puedan llegar a caer en actos de violencia: “Yo creo que todos los ciudadanos de cualquier partido político estamos llamados a ser profundamente comprometidos con el país, y no podemos correr riesgos ni invitar a la violencia. La violencia es finalmente la parte más negativa de una sociedad y en ese sentido tenemos que tener muy claro que la única manera de sacar adelante al país, es sumando el esfuerzo de todos y no confrontando”, sostuvo.
En este sentido, extendió un llamado para dirimir diferencias o gustos con base en afinidades, en este caso partidistas, de los ciudadanos justamente en las urnas el próximo 1 de julio, pues dijo que precisamente “para eso habrá un proceso electoral en donde cada uno de nosotros podrá depositar su voto por un candidato o candidata o partido político de su preferencia”. Y agregó: “ojalá de veras que todos los mexicanos saliéramos a votar con mucha responsabilidad y de esa manera expresar nuestra voluntad”.
Por último, se refirió a los señalamientos que hacen los candidatos presidenciales del PAN y del Movimiento Progresista hacia el priísta sobre lo que éste representa y de sus actos controvertidos, lo que calificó como “una estrategia equivocada”, señalando que esto sólo genera “división y confrontación”, tal como sucedió en el proceso electoral presidencial de 2006, y que “no dejó nada bueno para el país”; además de que dicha estrategia, dijo, no les va a “dar muchos votos”, concluyó.




