Se espera que su peatonalización reactive la actividad económica del centro capitalino
Al cabo de 120 días de labores, polvo suelto, comerciantes de humor volátil, desvíos vehiculares y maquinaria yendo y viniendo, la céntrica avenida Madero quedó remodelada.
La tarde-noche de ayer, a manera de entrega simbólica, la alcaldesa Lorena Martínez, acompañada de funcionarios estatales y municipales, recorrió la obra a pie, pues esta es la forma de traslado que se pretende promover en aguascalentenses y visitantes.
Se avanzó desde Palacio de Gobierno y, en punto de las 19:45 horas, puso los pies sobre Madero, donde la Banda Municipal se alistaba para disparar las bocanadas de aire que dieran forma a La Pelea de Gallos.
El avance era lento, la música enganchaba a los asistentes y en el reluciente par de trombones se veía reflejada de cabeza la fachada de Sanborns.
“Echa eso –unas barras de plastilina- a la mochila Luis Ángel –decía una madre de familia-. Córrele porque ya viene todo el relajo para acá”.
Mientras los flashes eran expulsados de las cámaras y los funcionarios más reconocidos aprovechaban para saludar a la ciudadanía, la trenza de globos en color blanco y morado que fue tendida como arco sobre la calle, era cortada y salía flotando por el aire.
Todos los comercios estuvieron abiertos pues la concurrencia era importante; sin embargo, la intemperie resultó más acogedora. Ahora hay árboles de buen tamaño, bancas y un carril para bicicletas.
Además hay que apuntar que la tarde estuvo amenizada por cuentacuentos, un tapanco para bailar salsa, una rondalla, mimos, una quinteta de esqueletos alados que se prestaban para la foto, exposiciones de coches y motocicletas.
Apenas se corrió la voz de que el algodón de azúcar era gratis, la gente comenzó a apiñarse en el sitio.
Quienes de plano ni con tal pretexto bajaron fueron varios regidores, quienes decidieron aguardar al brindis en el aledaño departamento de Vicente Pérez Almanza, representante de Movimiento Ciudadano en el Cabildo.
Los cascarones de casas y edificios lucen pintura nueva y diversos retoques; las luminarias conservan exudan un estilo antiguo. Vale la pena evaluar el cambio a través de la vista propia.
“Queremos la convivencia sana, la convivencia armónica… a maderear. Es invitarlos a todos para que viernes sábados y domingos se venga aquí a caminar, a convivir y también, por qué no, a reactivar la vida económica de nuestro centro histórico”, dijo Lorena Martínez.





