Como todos los viernes de concierto en el Teatro Aguascalientes, el de anoche también se distinguió por su elevada calidad y maestría de todos los músicos que integran y hacen de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, una de las mejores orquestas de México.
Con este séptimo concierto finalizó la temporada de verano de la OSA, y que mejor manera de cerrar el serial, que con la conmemoración de los 100 años del nacimiento de uno de los máximos representantes de la música mexicana, José Pablo Moncayo, de quien se tocaron dos obras poco conocidas, Tierra de temporal y Sinfonieta, y por supuesto la más famosa de ellas, Huapango, de la cual se dice, es el segundo himno nacional.

Para el maestro Román Revueltas, director de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, Moncayo es uno de los más grandes representantes del movimiento llamado nacionalismo de la música, y es un compositor muy inspirado y uno de los grandes valores de la música mexicana.
Al preguntarle al maestro Revueltas su opinión respecto a la declaración de Rodrigo Sierra, nieto de José Pablo Moncayo, en la que dice que muy pocos han profundizado en la obra de su abuelo, Revueltas comentó que cada vez se aborda más el repertorio de este gran músico, y que en el caso de la orquesta que él dirige, se han tocado Bosques, Cumbres, Sinfonieta, Tierra de temporal y Huapango, por lo que considera haber ido más allá en la obra de Moncayo.
Además de las obras mencionadas, existen otras piezas poco tocadas y de gran calidad como la Mulata de Córdoba, Muros verdes, Amatzinac, Sinfonía y Homenaje a Cervantes, y según declaró Rodrigo Sierra Moncayo, en una entrevista con Ángel Vargas y publicada en La Jornada, en 2009, rescataron del archivo personal de Moncayo otras 15 obras, llegando su catálogo a más de treinta composiciones escritas por él.
La primera parte del concierto, estuvo a cargo de Alexander Pashkov, pianista de origen ruso, quien interpretó magistralmente Phèdre, Obertura de Jules Massenet, y Concierto No. 1, Op. 1, en Fa Sostenido Menor de Sergei Rachmaninov.
Alexander Pashkov dijo sentirse muy a gusto de participar con una orquesta estupenda, con un nivel absolutamente fantástico, y que para él, el Concierto No. 1, Op. 1, de Rachmaninov, es el mejor concierto de este compositor para orquesta, el cual requiere de muchísima maestría y no nada más del solista, sino de toda la orquesta, y agregó sentirse encantado con los músicos que lo acompañaron, ya que, observó, también escuchan la música y se involucraron mucho con el proceso, y se comprometieron con la línea espiritual del concierto que tocaron esta noche.




