- Generar hombres creativos y no autómatas es el reto crucial, afirmó
En emotivo acto, Alfonso Pérez Romo fue condecorado por la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) con la presea Saturnino Herrán, otorgada al mérito educativo. Durante su discurso, señaló que su pugna dentro de la institución ha versado en reinstalar el valor de la educación artística como gestora de “nuevos hombres”. A la par, advirtió que el futuro ya demanda esfuerzos en materia de fomento a la creatividad individual.

Una vez puesto en claro que tomó el reconocimiento a nombre de amigos y colaboradores, el creador de la licenciatura en ciencias del arte y gestión cultural, manifestó:
“Está cambiando absolutamente todo el entorno, la estructura social, la familia, las relaciones laborales, las formas de trabajo, las reglas de convivencia, las normas de consumo y de producción, la seguridad personal y colectiva, los nuevos retos éticos, las migraciones humanas, la tecnificación y la automatización de toda la vida, la pérdida de la integridad… va a ser una sociedad absolutamente distinta”.
Dicho entorno, dijo, sólo será apto para quienes dominen varios idiomas y cuenten con solidez en áreas como las matemáticas y la filosofía, la expresión oral y el manejo de tecnologías, además de coronarse con un nuevo modo de pensar cimentado en la apertura hacia el arte.
Por espacio de una hora, el auditorio Ramón López Velarde, sitio de la ceremonia, enmarcó tanto aplausos como algunas lágrimas, pues quien se describía como inquieto e inconstante dijo presentir su partida, mientras destinaba algunos instantes para recordar a la negra, su finada esposa.
De acuerdo con la visión del profesor emérito, para prosperar las universidades hispanoamericanas deben evitar a toda costa caer en tres “enfermedades”: la masificación (pues la educación es un proceso personal), la burocratización y la rutina.
Estos aspectos, eternos enemigos, “son los que han dado al traste con la mayoría de las instituciones de educación superior en la región”.
Consideró que el problema del desempleo no yace en las crisis económicas, sino en que la civilización se transforma de manera más acelerada que las instituciones encargadas de proporcionarle los hombres indicados.
Con la apertura de la licenciatura y la maestría en arte, apuntó, “las aguas ya están acomodándose en su lugar, poco a poquito”. Declaró también que la ausencia de este renglón en los planes de estudio es “bastante lamentable”.
A su vez, al anotar que la UAA extenderá la infraestructura para fomentar el estudio del arte, anunció la donación de su biblioteca personal como uno de los puntos de partida.
En su momento Pérez Romo pidió sólo ser recordado como el rector (puesto ocupado en dicho plantel de 1978 a 1980) que consiguió abolir la primacía del sexo masculino a la hora de seleccionar alumnos.
Durante este trienio, recapituló, decidió rechazar la invitación vertida por Rodolfo Landeros Gallegos, quien gobernaría el estado, para acompañarlo en fórmula desde Palacio Municipal.
“Lo importante era dejar claro que hay caminos para la búsqueda de posiciones políticas, la vida académica es otra cosa. Lo que no se vale es aprovechar el prestigio que te pueda dar una función como la rectoría para lanzarte en la búsqueda de ambiciones personales por muy legítimas que éstas sean”.
Alfonso Pérez Romo nació en Parral, Chihuahua, en 1924. Se recibió como médico cirujano en 1948 y complementó sus estudios con cursos de posgrado en ortopedia pediátrica y pediatría clínica. Realizó su interinato en el Hospital Infantil de la Ciudad de México.
En 1972 fue director fundador de la Escuela de Medicina en el Instituto Autónomo de Ciencias y Tecnología de Aguascalientes, predecesora de la UAA.
Entre 1952 y 1992, condujo cátedras de historia del arte, anatomía, historia de la medicina, ética médica, pediatría, apreciación del arte, historia de la cultura occidental, historia de la cultura en américa y fundamentos ideológicos de occidente.
Del mismo modo se desempeñó como profesor huésped en las universidades de Guadalajara, Guanajuato y San Luis Potosí.




