El 26 de julio del 2012 se conmemora un año más (59 años) del inicio que marcó la revolución cubana, bajo los principios ideológicos de un grupo de jóvenes encabezados por Fidel Castro para poner fin a una dictadura representada por Fulgencio Batista, quien tenía al pueblo cubano en la peor pobreza, y no sólo eso, un totalitarismo al servicio del imperialismo yanqui, con niños y jóvenes dedicados al contrabando, las niñas y jovencitas inmersas en la prostitución en forma alarmante, con un pueblo analfabeta; no en vano se conocía a Cuba como el burdel de los Estados Unidos. Ante estas circunstancias se inicia un movimiento donde participa un nutrido grupo de jóvenes para la toma del Cuartel Moncada, bastión militar de los esbirros al servicio de la dictadura y que marca, como lo hiciera en su tiempo José Martí, la lucha por la libertad y la justicia de un país inmerso en la pobreza, la represión y una abismo de desigualdad social y económica. Quiero aclarar que una cosa es una dictadura de un grupo en el poder por intereses personales y otra una dictadura del proletariado para erradicar la pobreza y la desigualdad. Si no se ha dado es por el bloqueo criminal yanqui y sus aliados que no permiten, como a cualquier otro país, un liberalismo económico bajo los principios del laissez-faire, laisser-aller, producir para vender y desarrollar un sistema económico basado en los principios del liberalismo económico y de comercio para la supervivencia de su economía que requieren comprar como vender. Ésta es la diferencia que en Cuba no se da, por el bloqueo económico hacia la isla por la metrópoli.
El Movimiento 26 de julio fue una organización política militar, organizada informalmente en 1953 por un grupo de jóvenes principalmente, bajo el liderazgo de Fidel Castro, mismos que trataron de tomar los cuarteles de Santiago de Cuba, en especial el Moncada. Tenían el fin de derrocar la dictadura, bajo una ideología nacionalista, antiimperialista y democrática con los ideales de José Martí. El origen proviene del asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, el M-26-J fue creado en Cuba el 12 de junio de 1955 en la clandestinidad por la represión hacia dicho movimiento, que iniciaba una era y que culminaría con la Revolución y el triunfo del ejército revolucionario. Fidel Castro –su promotor– fue amnistiado y liberado, después de cumplir una condena por insurrección. Castro era líder del Partido Ortodoxo, fundado por Eduardo Chibas, quien se volvió una personalidad célebre en el país.
El núcleo inicial, formado por el grupo que organizó el asalto al Cuartel Moncada se fusionó con el Movimiento Nacional Revolucionario que dirigía Rafael García Bárcenas con la mayoría de la juventud ortodoxa. Posteriormente se uniría Acción Nacional Revolucionaria, dirigida por Frank País. Debido a su amplitud ideológica, su objetivo era derrocar la tiranía de Batista. El movimiento iría rápidamente sumando un buen número de jóvenes de diferentes ideologías en materia política. Durante 1955 y 1956, el M-26 se dedica a organizarse en toda la isla mediante direcciones provinciales y territoriales, mientras que una parte de la Dirección Nacional, incluyendo a sus líderes, debería exiliarse en México, desde donde organizaron y entrenaron a un núcleo guerrillero con el fin de desembarcar en Cuba e iniciar así una revolución armada. En 1956, un grupo de 82 guerrilleros del M-26 encabezados por Fidel, se embarcó en el yate El Granma para desembarcar posteriormente en la playa Las Coloradas, al oriente de Cuba. Tras un mal comienzo y un gran número de bajas, el pequeño grupo sobreviviente, de aproximadamente 12 personas, logró instalar su base guerrillera en la Sierra Maestra. Durante su lucha guerrillera, surgieron dos grupos claramente definidos denominados La Sierra y El Llano. Nos referimos al primer grupo de La Sierra, dirigido por Fidel Castro, y que tenía gran influencia de Raúl Castro, Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos, y el segundo grupo, el de El Llano, con dirigentes que se encontraban en las ciudades realizando tareas de agitación y su relación con partidos políticos, sindicatos y movimientos estudiantiles.
Desde el principio de la lucha armada, el grupo de la Sierra adoptó una posición más de izquierda, antinorteamericana y de mejores relaciones con el Partido Comunista. Por lo que concierne al grupo de El Llano, su posición era nacionalista, antiimperialista clásica, con fuerte contenido anticomunista y más inclinada a establecer una democracia liberal, mencionando a algunos ideólogos como Armando Hart y René Ramos Latou, como los principales dirigentes. Después de la toma del poder, Fidel y Raúl Castro, Ernesto Che Guevara, Camilo Cienfuegos influyeron de forma estricta para que el M-26-J se identificara con los principios del comunismo, lo que provocó fracturas internas y el alejamiento de muchos actores. Algunos se volvieron contrarios a la revolución, como Huber Matos, más inclinados a establecer un gobierno nacionalista alejado de las transformaciones sociales; algunos de estos personajes, como Matos, fueron condenados a prisión y posteriormente al exilio; también le aplicaron esta pena a Eduardo Chibas y José Pardo. Algunos de ellos participarían posteriormente en la fracasada invasión a Bahía de Cochinos, considerándolos contrarrevolucionarios y traidores de la revolución.
Los barbones revolucionarios cubanos lograron la evolución hacia el comunismo del M-26-J. Ya como gobierno, se llevó a cabo la progresiva disolución del movimiento, ya que el objetivo se había logrado con la revolución. En 1961 se integran a la Organización Revolucionarias Integradas (ORI), junto con el Partido Socialista Popular y el Directorio Revolucionario 13 de marzo. Las ORI se disuelven el 26 de marzo de 1962 para dar paso al Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC) de ideología comunista. Se transformaron finalmente en el Partido Comunista de Cuba el 3 de octubre de 1965, y a la fecha es el rector de consolidación del proceso revolucionario que inició hace 58 años. Es importante mencionar las primeras direcciones del M-26-J. En la primera fase del asalto al Cuartel Moncada estuvieron Fidel Castro, Haydee Santamaría, Antonio Nico López, Pedro Miret Prieto, Faustino Pérez, Armando Hart, Luis Barreto, Jesús Montane, entre otros muchos, y en la segunda etapa del M-26, están los que organizan la revolución desde México: Raúl Castro, Ernesto Che Guevara, Camilo Cienfuegos, Juan Almeida, Celia Sánchez, Huber Matos, Carlos Franqui, Raúl Chibas, Abel Santamaría, Frank País, Josué País, Efigenio Almejeiras, Ramiro Valdez, José Pardo, y muchos otros más revolucionarios que se embarcaron en el Granma. Vaya personalidades que dieron forma a una auténtica revolución de tipo social; las consecuencias las están viviendo –pero firmes en sus principios– partido, pueblo y gobierno. n
Por mi raza hablará el espíritu