Mejorar las condiciones laborales de los elementos de Seguridad Pública, legitimará plenamente su valiosa labor en la sociedad, afirmó Omar Williams López Ovalle, presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
Destacó las ventajas de dotar a las corporaciones y sus elementos de patrullas, armas más eficaces, capacitación, profesionalización y vehículos para el adecuado desempeño de sus funciones; sin embargo, dijo, estas acciones deberán estar acompañadas de la dignificación laboral de los elementos policíacos.

Mejorar sus condiciones, aclaró, no sólo tiene que ver con aspectos salariales, sino de otro tipo, de tal forma que en su conjunto den por resultado un mejor desempeño de cada uno de los elementos de Seguridad Pública. Reconoció que el trabajo que desempeña un policía es de mucho estrés; enfrenta constantemente un clima de violencia y ello produce efectos negativos que inciden en su desempeño.
Ante unos 200 cadetes del Instituto Estatal de Seguridad Pública de Aguascalientes y elementos de seguridad de la Policía Municipal, el ombudsman les dijo que la sociedad espera mucho más de sus corporaciones de seguridad, y que si bien es cierto que el desempeño de las mismas es muy bueno, el terreno en donde deben abonar con más esmero es el de la confianza y credibilidad pues la sociedad mantiene reservas respecto de los policías.
Sabemos que los “malos” elementos policíacos son muy pocos; que constantemente las corporaciones se estás depurando, y que la gran mayoría de los policías cubren el perfil de confianza que demanda sus puestos, pero no hay que olvidar que la sociedad aún está en deuda con los policías para mejorar sus condiciones laborales, pues son ellos los que nos brindan un importante ingrediente para nuestra calidad de vida, como lo es el hecho de sentirnos seguros, dijo López Ovalle.
Agregó que es falso que Derechos Humanos se oponga a la labor policiaca, y dijo que por el contrario, constituye una eficaz herramienta para la seguridad pública y que los policías deben usarlos para mejorar su desempeño ante la sociedad.
“El empleo de la fuerza es legítimo, el uso de las armas también lo es en la medida en que empleen la dosis correcta de fuerza en su quehacer. La mayoría de las violaciones a los derechos humanos se da cuando los presuntos delincuentes ya están sometidos, consumando así trasgresiones que luego son usadas por los detenidos para conseguir ante el juez su liberación. En cambio, cuando las aprehensiones se realizan de forma limpia, los delincuentes se quedan sin argumentos para liberarse”, aclaró.
Citó algunos casos en particular y dijo que, por ejemplo, que los hombres vistan como mujeres no es delito ni tampoco falta alguna; sin embargo, ciudadanos y policías no toleran a estas personas y luego son violentadas por autoridades por el solo hecho de su apariencia. “Hemos hecho algunos ejercicios con personal de la CEDH a quienes hemos vestido con atuendos tipo cholo y los hemos hecho pasar frente a policías y los han detenidos y revisado. A esas mismas personas se les viste con traje y son pasados frente a policías y no son molestados, lo que ha probado que aún la apariencia es determinante para no respetar los derechos de las personas, dijo Omar Williams López Ovalle.