Entre los huevos del gobierno federal y los de los acaparadores, a vivir como reyes / OPINIÓN - LJA Aguascalientes
16/07/2025

Los huevos han sido parte de la cultura mexicana desde hace varios siglos. Los aztecas ya los consumían y la picardía nacional ya los consideraba desde hace años. Y cómo no ha de ser así, ya que México es el país con mayor consumo por habitante en el mundo, tan sólo en 2011 la cifra fue de 20.3 kilos por persona, muy por encima de Japón, Taiwán, China y Francia.

Pero nuestros huevos están salados, pues las semanas anteriores se desató en las principales zonas productoras del país una extraña epidemia aviar que provocó el sacrificio de once millones de aves, eventualidad que está vinculada directamente al alza del huevo en los últimos días, dicen.

El Instituto Nacional Avícola por su parte señala que los principales factores que enfilan a tan grata preferencia por el huevo en el consumidor mexicano son: lo práctico para consumir, rápido de preparar y accesible del precio; esta última premisa ha sido la cuestionada y provocadora de un alza inusitada del precio de algunos alimentos, porque la crecida del huevo no vino sola.

Apenas y las cifras embellecedoras se habían dado a conocer a principios de año, cuando la Unión Nacional de Avicultores cacaraqueó que el consumo de huevo por persona aumentó 34 por ciento en nuestro país y que la tendencia iba en aumento, por lo que se preveían utilidades millonarias para finalizar el 2012, pero del plato a la boca se les cayeron los huevos.

La justificación maquillada del arbitrario encarecimiento hizo su aparición por parte de productores especuladores enquistados en la Unión Nacional de Avicultores. Esgrimen algunos aspectos fundamentales, todos relacionados con los granos con que se alimentan las gallinas: la sequía mexicana y estadunidense, la altísima demanda de China, el precio del maíz al finalizar este año, la disminución en la reserva de cereales, etcétera.

Inconsistentemente, y queriéndole ver la cara al Gobierno Federal, el comunicado de estos productores de la UNA alega también al finalizar su documento, que es en la “cadena de distribución” donde se encarece el huevo, y exhibe que efectivamente a la Federación le vio la cara, pues hasta como testigos de “honor” los pone al citar que la SAGARPA y SENASICA “pueden constatar” que no existe una práctica especulativa en el mercado. Quiere esto decir, que nos amolamos, con todas las de la ley.

Pero entonces ya no entendimos los ciudadanos comunes, porque basados en esta justificación y en las declaraciones de los funcionarios públicos, ya no quedó claro ¿se encarecieron los insumos y alimentos de las aves y ello explica la escalada del precio del huevo? o ¿son los mayoristas y distribuidores los que lo están encareciendo?

Y como seguramente nuestras flamantes autoridades se dieron cuenta que los especuladores los timaron y no les quedó de otra más que taparle el ojo al macho, salieron con el “rescate económico” del mes. El Gobierno anunció la eliminación de aranceles para la importación con la esperanza de bajar los precios. Con esa barbaridad salió el secretario de Economía de México, Bruno Ferrari, dijo que la medida entrará en vigencia en los próximos días para garantizar la oferta, y su puntada para culpar sus estúpidas decisiones fue enfocada en que la producción bajó por un brote de influenza aviar H7N3, en junio, en granjas en Jalisco, estado que aporta el 52 por ciento de las 2.5 millones de toneladas anuales de huevo que produce todo el país. Así que los acaparadores, importadores de todo ese huevo extranjero que inundará las tiendas tiene todo el derecho de delinquir, a fin de cuentas que los tarugos, para Calderón, fueron los productores, por no prevenir esa maldita gripa.

Para cerrar con broche de oro la magistral declaración del secretario de Economía, dijo: “esta medida tiene como finalidad estabilizar el mercado… reducir el precio y garantizar el abasto de este producto”, para rematar se atrevió a precisar que el arancel para el huevo de mesa era de 45 por  ciento y del industrial del 20 por ciento, con lo que el ahorro para los extranjeros que nos venderán huevo será multimillonario, mientras las pérdidas para productores medianos y pequeños mexicanos serán su tiro de gracia. Gracias Calderón, los productores te saludan…


Es así que, con cero aranceles, 250 mil toneladas de huevo fresco, deshidratado y líquido desplazarán el primer mes al mercado interno, con la esperanza de que a finales de año los precios se estabilicen y se vuelva a aplicar la recaudación tributaria por importaciones de huevo. Para cuando esto suceda, las consecuencias desencadenadas serán irreversibles, pues los productores mexicanos quebrarán, el precio de los productos que usan huevo se disparará, como mayonesa, pan, entre otros. Los especuladores pondrán sus ojos en una nueva víctima. ¿Qué producto del campo mexicano seguirá?

Con esos huevos celebrará Felipe Calderón el próximo 12 de octubre el Día Internacional del Huevo. Permitiendo que acaparadores pongan a 40 pesos el kilo, premiando a corporaciones que han acaparado la producción de alimentos, desde las semillas hasta la distribución, como Nestlé, Coca Cola, Pepsi, Monsanto, Wal-Mart y Unilever, las mismas que en medio de la crisis alimentaria continúan sumando ganancias por más de 900 mil millones de dólares al año, porque su gran negocio es el hambre de los mexicanos, con la anuencia del Gobierno y la ignorancia de quienes siguen consumiéndoles. En fin, esos sí son huevos, los demás son habas.

* Presidente del Movimiento Ciudadano en Aguascalientes


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