Pablo Quattrocchi y Luis Hernández estuvieron ayer en estadio Victoria para hablar sobre el que será el partido de exhibición entre ex jugadores nacionales contra extranjeros del próximo sábado.
Ambos ídolos del balompié mexicano, en sus respectivos contextos, coincidieron en la grata experiencia que les resultará encontrarse y convivir con amigos y ex compañeros de las canchas, y sobre todo poder hacerle un regalo a la afición de Aguascalientes.
Añadieron en tono de broma que si bien su rendimiento ya no es como el de sus mejores momentos, su cercanía con el deporte los tienen aún en condiciones para pasar un buen momento en el partido sin que por ello se sacrifique el espectáculo a falta de la intensidad con que se jugaría un encuentro de competencia.
El jefe Quattrocchi habló de la gran emotividad que le representa hacer una pausa en sus estudios para convertirse en director técnico y volver a la ciudad y al estadio donde se retiró del futbol profesional; reconoció el gran cariño que entrañó con la afición y con el equipo, al tiempo que su familia también se acentó en la ciudad.
El ex zaguero rojiblanco comentó que para el próximo diciembre terminará su preparación y que le gustaría incursionar en el terreno de la dirección técnica; reconoció que para él, estar al frente de Necaxa sería una gran oportunidad, sin embargo, no quisiera hacer declaraciones apresuradas ya que respeta el trabajo que Jaime Ordiales está haciendo junto con el equipo, al que comentó sigue monitoreando desde Argentina.
Luis Hernández por su parte, opinó en otro contexto sobre el desempeño de la selección olímpica de futbol, reconociendo el gran papel que han desempeñado tanto el técnico como los jugadores y donde, dijo, lo verdaderamente importante será darle juego y continuidad a esos jóvenes una vez que termine la justa olímpica.





