.
18 de septiembre, MMXII
Honorable concurrencia
Damas y Caballeros
Participamos de un jubileo ilustrado que ha dado contenido a la existencia colectiva de Aguascalientes y la Patria. Una arremetida de corazones inteligentes formados en los terrenos del ejido Ojo-caliente. Fiesta de virtud educativa, de valores profesionales, de moral pública. La efeméride no reclama reconocimiento, lo tiene de propios y extraños. El Instituto Tecnológico de Aguascalientes cumple 45 años en estado de deudor, siempre tiene algo que dar en beneficio de Aguascalientes. Mi discurso no es fácil, debe intentar el consenso de inteligencias formadas en el álgebra y la ética. Pensar las formas diferenciadas del tiempo y la pedagogía pública de la primera institución de educación superior en el Estado y la Región. Revisar su coloquio con la sociedad. Sus impulsos para no perder el sentido de la existencia colectiva han rechazado el desencanto. Deliberar, de manera alentadora, los efectos de la internacionalización de saberes tecnológicos, límites del crecimiento, nuevas utopías, derechos humanos, el humanismo de la velocidad de la luz.
Nuestra época ofrece potencialidades nuevas y abre viejas discusiones. Cosmopolitismo, rendición de cuentas, democracia, sociedad de conocimiento, vuelven a debate. La emergencia de una opinión pública mundializada, una justicia internacional y movimientos sociales que concitan simpatías y apoyos más allá de las fronteras. Son signo que cultura, información, creatividad y energías sociales, están configurando otros territorios, empero es señal también que esas fronteras no son inmutables.
Desde su invención, el ITA ingenió las claves para interpretar y aportar modelos de solución a la problemática de los aguascalentenses. Hospeda en sus planes y programas, una educación que por la vía del acceso a la cultura, enseña al imaginario referencias éticas para mundos distintos y mejores. Ha valido la pena explorar sus misterios, dudas, rasgos, sinergias. Educa en clave científica, premisa de un puente valioso para crear una realidad inventada. Nuestra institución no es mediadora, es traductora del presente y futuro de la sociedad, sus datos, sus redes, sus plataformas epistémicas, sus esperanzas, para interpretar análogamente el contexto. Su estar en el mundo confirma que vale la pena vivir con anhelos compartidos.
Crear mundos alternativos a la realidad es base de una formación social que ha asumido el ITA. Así lo demuestran sus teorías constituidas en saberes técnicos y científicos no fáciles de referenciar con la práctica. Nuestra institución tiene claro que la ciencia positiva proporciona normas para el dominio de las cosas, merced a ello ha sido incluyente en la formación de aptitudes diestras en la interacción y acciones académicas, profesionales, culturales y ciudadanas para incorporarlas a la vida social de manera consciente.
El Instituto tiene caminos viables: educación especializada para el mercado laboral; y ejercicio democrático y evaluación de impacto como base magistral en la toma de decisiones. Es unidad de acción política para preservar valores profesionales de la imaginación, el desarrollo industrial y tecnológico, esencialmente de la nueva ciencia virtual a 300,000 kilómetros sobre segundo. Desde sus pizarrones promueve la politización de la ciencia, en consecuencia su performatividad. Ha sabido explicar las funciones de la ciencia, para que la sociedad sea capaz de asumir sus consecuencias y efectos. Desde sus aulas ha logrado un proceso de autorreflexión que acredita la confianza social.
Los propósitos del instituto juegan un papel central en la deconstrucción de una sociedad racional y dialógica, emocional y participativa: forma expertos calificados y ofrece continuidad de saberes profesionales; contribuye al avance científico a través de procesos investigativos; proporciona habilidades extra-curriculares, hábitos, conductas, valores y virtudes, más allá de los conocimientos requeridos; trasmite, interpreta y desarrolla la tradición cultural. Su propuesta académica es un péndulo de crecimiento y desarrollo del Estado y su sociedad.
Gobernador Lozano de la Torre:
El ITA, estudia las políticas públicas que su gobierno propone, emprende y consolida; reconoce en Usted un Estadista comprometido. Garantía para la coexistencia diversa y plural, cualitativa y ética. Merced a ello lo acompaña con responsabilidad universitaria que:
- Asume el progreso como Valor Público.
- Escolta la recuperación de la esperanza, la mayor empresa por Aguascalientes.
- Asiste el impulso del empleo.
- Asesora el crecimiento económico y competitividad.
- Custodia desarrollo tecnológico, industrial, innovación y logística.
- Se hermana al crecimiento de la Universidad Autónoma.
- Colabora en el diseño de una sociedad moderna, transparente y cordial.
- Salvaguarda la sociedad del conocimiento.
Esbozo los cómos: La pedagogía pública del ITA:
- Complementa, el pesimismo de la inteligencia y de la razón crítica con, el optimismo de la voluntad para construir un mundo más humano;
- Salva el papel de las ideas, anticipa un borrador del destino: una responsabilidad del pensamiento;
- Recupera los caminos de la interioridad y de la identidad ciudadana a través de la revalorización educativa y social;
- Negocia con las demandas de la realidad;
- Reivindica al Otro como posibilidad de construcción recíproca y común;
- Alegra la práctica de la solidaridad, la gratuidad del dar, la sensibilidad ante la demanda ajena;
- Contribuye para una sociedad justa y generosa;
- Construye los lenguajes necesarios para interpretar los fenómenos de nuestro tiempo;
- Asume el compromiso transformador que se fortalece en el encuentro polémico de ideas y acciones para imaginar realidades necesarias y distintas a las existentes;
- Fortalece la esperanza, no desde la ingenuidad, sino desde un sano realismo abierto a lo posible.
Para ello ha acreditado todas sus carreras; conquistó la certificación ISO-9001-2008 de los procesos; obtuvo para postgrados calificación de excelencia CONACYT; logró la certificación de equidad de género. Más todavía, fortalece su Centro de Vinculación e Innovación, optimiza la didáctica de los idiomas, se ocupa en la investigación e innovación tecnológica con el sector productivo, se afana en la vinculación internacional, robustece la educación a distancia, trabaja para que sus instalaciones sean un bien productivo, perfecciona su proyecto: Incubación de empresas de base tecnológica.
Maestros, auxiliares, educandos, egresados, son garantes de la confianza colectiva. El ITA replantea valores y compromisos porque vive siempre en el umbral de la transfiguración social. Esta es la coherencia existencial de nuestro Instituto. En su historia de alto nivel directivo acompaña hoy la Doctora Dora Luz Arriaga Soto, quien, cuida, defiende, empodera, honra el principio de legalidad, salvaguarda educación como razón de Estado, instaura éticas aplicadas a la gestión institucional, hace de la enseñanza un juicio cordial.
¡No le demos vuelta, la realidad se padece, con el ITA se transforma y adecua!
