Hugo Rafael Chávez Frías seguramente será ratificado por un periodo más como Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela. El gran mérito de este soldado venezolano educado en escuelas públicas autoproclamado “candidato de la patria” fue vencer la “realidad virtual” que los grandes emporios de la comunicación en el mundo, cortesanos del imperialismo, construyeron para derrocarlo.
Cuando Hugo Chávez asumió el poder el 2 de febrero de 1999, una de sus primeras acciones de gobierno fue reformar la Constitución de 1961 por la vía de un referendo del que obtuvo el 81 por ciento de los votos. Ya con el proyecto de la nueva constitución impulsó una segunda consulta ciudadana para ratificar la nueva Constitución de Venezuela de 1999 que marcaría para la historia de ese país una distinta vía ideológica que la revolución bolivariana construía para transitar al socialismo del siglo XXI. Ello provocó reacciones inmediatas de la oligarquía venezolana al grado de organizar un fallido golpe de estado en abril de 2002, cuando Hugo Chávez ya se había reelegido para un nuevo periodo (2001-2007). A pesar de ello, en 2004, toda vez que la oposición logró reunir las más de 2.4 millones de firmas necesarias para implementar un proceso revocatorio que en México no existe y que conocemos como revocación de mandato, el pueblo ratificó a Hugo Chávez como mandatario de Venezuela con el 59 por ciento de la votación. Con el respaldo legal y legítimo de la sociedad, Hugo Chávez no dudó en instrumentar medidas que lograron a final de cuentas reformar el viejo sistema político con el objetivo de reducir el poder fáctico de las élites y poner como nadie lo había logrado en ese país sudamericano un freno a la corrupción. La nueva Constitución amplió la protección a los derechos humanos, expropió latifundios y estableció un nuevo Tribunal Supremo de Justicia.
Los gobiernos retardatarios y golpistas de América como el de Paraguay y países que se suponen democráticos como Colombia y México han tachado la figura del presidente Chávez como tiránica y dictatorial y a su gobierno como populista y demagogo. Lo cierto es que la continuidad de Hugo Chávez abre la posibilidad de un segundo proceso emancipatorio de América Latina. Esa nueva visión de América Latina la está ofreciendo Venezuela frente a los contrastes que la prensa hegemónica muestran a su conveniencia con el objetivo de desinformar en beneficio de la instauración del modelo neoliberal. Televisa en México es el mejor ejemplo de ello. El ejemplo venezolano de consulta popular a través de la figura del referendo es único en América Latina y las 15 consultas realizadas bajo el gobierno de Hugo Chávez hablan por sí solas del ejercicio democrático para preguntarle al pueblo por su destino sin necesidad de esperar el proceso electoral de la sucesión presidencial. Venezuela cuenta con uno de los sistemas electorales más efectivos y con menos imperfecciones diseñados en el mundo que supera en mucho al norteamericano, según expertos internacionales en la materia.
Hugo Chávez, a diferencia de Adela Micha, locutora de Televisa a la que le fue entregado por una universidad mexicana un doctorado “Honoris Causa”, el presidente de Venezuela ha sido condecorado con el mismo doctorado en países como Bolivia, Brasil, Corea del Sur, Chile, China, Libia, Nicaragua y Rusia.
El mejor retrato que objetivamente dibuja al gobierno de Hugo Chávez frente a sus detractores lo ha hecho el gran escritor Eduardo Galeano: “Hugo Chávez es un dictador, sin embargo, es un curioso dictador. Ganó ocho elecciones en cinco años. Y ahora, recientemente, se sometió a un referéndum en el que preguntaba a los venezolanos si querían el modelo de Estado que él proponía. Es el único presidente de la historia de la humanidad en hacerlo. Y ganó con el 60 por ciento. Uno enciende la televisión venezolana y lo primero que ve es a miles de ‘periodistas’ diciendo que en Venezuela no hay libertad de expresión. Uno enciende la radio venezolana y hay miles de ‘periodistas’, analistas, opositores de Chávez, diciendo que allí no hay libertad de expresión. Y uno abre el diario venezolano y hay un título enorme que dice: AQUÍ NO HAY LIBERTAD DE EXPRESIÓN. En los últimos cinco años tan sólo un medio de comunicación ha sido clausurado. Pero no fue clausurado por el gobierno de Chávez, sino por estos ‘demócratas’ [la derecha venezolana, apoyada por las grandes empresas]. Extraña dictadura y extraños demócratas. Yo creo que en Venezuela hay un divorcio genial: el divorcio entre la realidad y la realidad virtual…”
El pueblo de Bolívar sigue luchando por construir otro mundo posible, un mundo socialista, aunque en México se esté lejos de entenderlo.
nora.ruvalcaba.gamez@gmail.com
