Como en todo. Como si nadie aprendiera de los errores, en la política, como en casi todas las cosas de la vida, las situaciones coyunturales se vuelven circularmente ilógicas para los que estamos desde las esferas ajenas a las tomas de decisiones.
Acuerdos que no se ven ni se sienten. Dicen que toda mayoría es sospechosa, y dicen que los cálculos aritméticos nunca fallan, como así que en política no hay amigos. Algo de razón hay en cada punto. Pero, ¿por qué hablamos de esto?, resulta que en las pasadas elecciones para presidente del Consejo Coordinación Empresarial del Estado, existía un acuerdo entre el grupo que hoy representan José Ángel González Paquín, diputado federal del PAN y Ricardo Rodríguez, presidente de la Coparmex local con el expresidente del CCE y hoy virtual precandidato a la Presidencia Municipal Felipe González Ramírez, para impulsar fuertemente a César González.
¿Primera de muchas? Resulta, que el menor de los Felipe González, había comprometido cuando menos siete votos a favor de César, los que supuestamente daban certeza de un empate técnico, entre éste y el hoy presidente electo del CCE, Miguel Ángel Godínez Antillón. Según conocimos el caso, las sumas no dan ni para los chicles en la tiendita, lo que ha ocasionado la sensata molestia de Ricardo Rodríguez y de Paquín provocando, lo que parece, la primera ruptura política de Felipe González en esta coyuntura.
¿Por cuál partido pues? El asunto no acaba ahí, según ha trascendido, en el sector panista que hace equipo con Paquín, incluyendo a Fernando Herrera y algunos de los siempre presentes y nunca “4 Fantásticos” (Arturo González y Jesús Martínez entre otros), ven esta decisión como un apoyo a un grupo relacionado al PRI y básicamente al del gobernador. Aunado a esto, recuerdan con énfasis entre charla tras charla y pasillo tras pasillo, aquella foto de Felipe González Ramírez y Carlos Lozano de la Torre donde escribió en su muro virtual que le había externando sus intenciones de contender por la Presidencia Municipal, es decir, lo ven como un candidato que sigue la ruta correcta, ¡pero para ser candidato del PRI!
Asesorado, eso sí. Es tan fuerte el rumor, que algunos aseveran que Felipe no transita por el PAN con buenos ojos. Sin embargo, la versión de Felipe González Ramírez es que él no se involucró en las elecciones del Consejo Coordinador Empresarial y que son puras artimañas de sus contrincantes, dado que lo ven como el gigante a vencer, tanto en el PAN como, en la supuesta contienda constitucional contra el PRI. Lo que sí es que para otros, esto sólo es señal de la inexperiencia en el tacto político del hoy aspirante a candidato, por lo que entonces ya se cree que está siendo ampliamente asesorado por su padre, el ex gobernandor y ex senador de la República Felipe González González, cosa que, antes desde los mensajes y los comunicados, parecía existir una sana lejanía, dado evitar, sobretodo, a los enemigos políticos de su padre, cosa que por cierto no ha funcionado. Esto nos recordó una frase del expresidente francés Georges Pompidou cuando sacaba sus conclusiones, con mucho humor, de alguna mala experiencia parecida a la señalada: “Existen tres maneras principales de arruinarse políticamente –decía–, 1) teniendo un affaire muy notorio con alguna chica, 2) aceptando sobornos, y 3) confiando ciegamente en el consejo de un “asesor gurú”. La primera es la más placentera, la segunda es la más rápida, la tercera es la más segura. Habría que preguntarles a muchos en Aguascalientes si esto es cierto.
Enfrente dicen. En el PRI, todo esto lo han sabido capitalizar. Presuponen a un PAN descompuesto y sin cuerpo. La teorías para elegir candidatos en el PRI tienen muchas aristas y cuando menos, muchas reflexiones han encontrado eco, como la de acelerar los tiempos y la de que a todos los aspirantes a candidato por la alcaldía capital les hace falta roce social y no sólo reconocimiento de nombre, sino también reconocimiento de trayectoria.
De teorías a hechos. Sin embargo, hoy rescatamos una de esas tantas ideas que circulan en el politburó del PRI. Hay algunos que aseveran que la decisión será tomada a la vieja usanza, y que eso del nuevo PRI no es más que lo mismo de siempre y que las decisiones volverán a ser centralistas. Así entonces, con presidente de la República electo, los aspirantes han procurado construir sanas relaciones con el grupo cercano a Enrique Peña Nieto. Hace unas semanas en La Jornada Aguascalientes aseveramos que el más cercano, operativamente hablando, de los políticos hidrocálidos es Otto Granados Roldán, hoy lo único que podemos decir es que hasta donde sabemos el todavía director del Instituto de Administración Pública del ITESM se ha mudado de la ciudad de Monterrey al Distrito Federal de planta, con todo y gastos pagados, dado que es uno de los muy cercanos a Luis Videgaray y al propio presidente electo. Es decir, los ojos de Gustavo Granados Corzo palidecen dado que si esta lógica se concreta, es él quien puede ser palomeado por la relación del supuesto “jefe mayor” con su tío. Dicen que al final de cuentas sólo importa, quiénes y cuántas veces ponen tu nombre sobre la mesa del que toma la decisión. Al tiempo.
