- El sistema educativo nacional no responde a las exigencias y necesidades que el país necesita en materia de tecnología e innovación: Marcelo García Ramírez
- México está posicionado en el lugar 80 respecto a la disponibilidad de científicos e ingenieros
La innovación y tecnología son las expresiones de la ciencia aplicada que ayudan al desarrollo y progreso de un país. En México, desgraciadamente no se cumple con este propósito en todas sus dimensiones, consideró Marcelo García Ramírez, director de Relaciones Públicas de la Universidad Panamericana Campus Bonaterra, quien añadió que parte del problema son los resultados que arroja el sistema educativo nacional que en ocasiones no responde a las exigencias y necesidades que el país necesita en materia de tecnología e innovación.
El Informe Global de la Información Tecnología 2010-2011, creado por el Foro Económico Mundial, ubicó la calidad del sistema educativo mexicano en la posición del 80 al 115 de 134 países evaluados y cerca del 110 en enseñanza de matemáticas y ciencias.
Respecto a la disponibilidad de científicos e ingenieros, México está posicionado en el lugar 80. El escaño 60 es para México por la calidad de las instituciones de investigación científica.
Para el funcionario, el desarrollo profesional de los jóvenes mexicanos puede lograrse con la unión de vínculos entre empresas y universidades, situación cubierta por instituciones como la UP que cuentan con una estrecha vinculación empresarial. “Sería bueno dejar atrás el gran desprecio por el desarrollo tecnológico que existió en los años 70 y alcanzar una industria abierta a la innovación y a la creatividad”.
Estableció que el Estado debe y puede generar, lo más pronto posible, cambios radicales en temas como desarrollo tecnológico, investigación tecnológica y de las políticas de formación de investigadores, confió en que así será, luego de lo que ha manifestado el equipo de transición del Gobierno Federal.
“Estamos en diversas áreas por debajo de los niveles mundiales para resultar competitivos, debemos ser conscientes de que la innovación tecnológica vuelve más competitiva a una nación”, indicó.
Aseguró que uno de los primeros pasos debe darse con una mayor inversión en ciencia y tecnología, para que México pueda acortar la brecha y aspire al selecto grupo de países que apuestan a la innovación tecnológica para mejorar la calidad de vida de la sociedad. Esto podría darse desde las mismas universidades e institutos de investigación, hasta en las empresas que en otros países cuentan con áreas de desarrollo tecnológico y en su mayoría al situarse en México no abren esta importante ala.
García Ramírez dijo que una mayor inversión no es lo único para que México aspire a un papel relevante en materia de ciencia y tecnología.
“Las instituciones podrían reordenar lo esencial, pudieran pensar en mayor inversión pero si no se realiza un ajuste estructural, con cambios fundamentales en la educación primaria, carecería de sentido”.
Dijo que es preciso renovar las instituciones públicas y su aparato burocrático, que impiden a los jóvenes desarrollar proyectos de desarrollo totalmente distintos a las políticas actuales.
“Hay gente que envejece siendo burócrata e impide que los jóvenes generen opciones de cambio que pueden beneficiar mucho a este país. Le cuesta mucho a un joven, independientemente de la capacidad que tenga, encontrar oportunidades”. Este problema se refleja en la llamada “fuga de cerebros”, que en nuestro país sigue dándose de manera alarmante; aquellos jóvenes con muy buena formación universitaria que deciden emigrar al extranjero en busca de mejores oportunidades porque no encuentran las condiciones de desarrollo en su propio país.
Otra solución pudiera ser, de acuerdo a lo visto en economías europeas y asiáticas, permitir que un porcentaje de los representantes y actores políticos necesariamente sean jóvenes, “para que con ese idealismo que caracteriza a la juventud mexicana se logre una lectura fresca y diferente de nuestra realidad, me parece que sería un cambio interesante”.
Luego de cifras proporcionadas por empresas como Google, Yahoo, Twitter y Facebook, México es el tercer país con mayor tránsito en redes sociales de América, por lo que las mismas redes sociales en Internet pudieran representar el proyecto, a mediano plazo, de una reorganización profunda en la sociedad que generará una participación efectiva de la ciudadanía ya que las redes sociales son una de las palancas importantes para que la sociedad pueda participar en la construcción de los asuntos públicos de una manera mucho más intensa y abierta. Por medio de ellas se pueden establecer leyes mucho más próximas a lo que la gente quiere y necesita. Además cuenta con una extensa participación de jóvenes.
Con información de la UP