La semana pasada, el 24 de enero(1), inicié la revisión de las habilidades laborales más requeridas en el mercado laboral norteamericano. En beneficio de quien sólo tiene esta parte a su disposición, este análisis parte de dos artículos de la revista Forbes, el primero(2) de ellos proporciona una lista de los puestos laborales que requieren de un título universitario con mayor número de vacantes, y el segundo artículo(3) habla de las 10 habilidades profesionales necesarias para un buen desempeño en el ámbito del trabajo en este 2013. La semana pasada se revisaron en este espacio las primeras cuatro.
Uso de computadoras y dispositivos electrónicos. Se espera que el profesionista de hoy conozca de aplicaciones y programas informáticos, pero también de circuitos electrónicos, procesadores de cómputo, equipo electrónico y periféricos computacionales. En nuestro entorno es común que se use a las computadoras como máquinas de escribir sofisticadas, pero el dominio que tienen los usuarios de ellas se limita a prenderlas, apagarlas y a solicitar ayuda cuando dejan de realizar una función necesaria. Es frecuente que se invierta en equipamiento computacional sofisticado que es subutilizado y desaprovechado, sucede lo que se observaba hace un par de décadas, que era normal observar a usuarios de hojas electrónicas de cálculo, que realizaban los cálculos matemáticos en una calculadora que tenían al lado de su teclado.
Las matemáticas. Aplicación de aritmética, álgebra, geometría, cálculo y estadística. He escuchado en varias ocasiones, durante la entrevista de admisión a un programa de licenciatura, a jóvenes que lamentan que se les pida aptitudes para las matemáticas, ya que conocen al menos a un ingeniero que en su trabajo no requiere de las matemáticas. También son numerosos los profesores que no tienen un concepto claro de cómo aplicar las herramientas matemáticas en los problemas significativos para los estudiantes, y hay otros que no acertamos a comunicar la forma en que los futuros profesionistas pueden adoptar estas herramientas para su quehacer ordinario, pero no hay que cejar, hay que continuar mostrando su relevancia y mejorar la capacidad de resaltarlo de manera pertinente.
La séptima habilidad es el análisis de sistemas y operaciones. Definir la manera en que una operación se debe desarrollar o un sistema debe funcionar, así como la posibilidad de anticipar el efecto en los resultados que pueden tener cambios en las condiciones, actividades y el ambiente. Se debe entender las necesidades y requerimientos de producto asociadas a un diseño particular. Esto podría sintetizarse como el pensamiento sistémico. Hay mucha literatura técnica disponible sobre experiencias de aplicación de herramientas sistémicas (no traducirlo en automático a programas de computadora, sino a un paradigma intelectual) y la metodología probada en muy diversos campos profesionales. La información es pública y lo que requiere es que pasemos de la improvisación, a la adopción de buenas prácticas.
La octava habilidad es monitoreo. Observar y evaluar el desempeño propio, de otros individuos u organizaciones para impulsar iniciativas de mejora o aplicar medidas correctivas. Éste es un reto particular, lograr la capacidad de percibir el desempeño y remitirlo al referente de las metas perseguidas, las normas de referencia de consumo de insumos y el rendimiento esperado, así como la posibilidad de reconocer la oportunidad adecuada de intervenir y conducir el proceso hacia sus objetivos, se enuncia de manera sencilla, pero requiere de mucha madurez y un entrenamiento en las competencias comunicativas.
La penúltima habilidad es la de escribir programas de cómputo. Si bien es cierto que Internet nos puede proveer de muchas aplicaciones de bajo costo o gratuitas, también lo es que muchas de las aplicaciones que usamos de manera cotidiana podrían ahorrarnos mucho esfuerzo y tiempo, si tenemos el dominio de un lenguaje de programación, podemos automatizar varias de las tareas que llevamos a cabo y conseguir tiempo que invertir en analizar los resultados obtenidos y poder ponderar con inteligencia posibles soluciones.
La décima y última actividad la de venta y mercadeo. Conocimiento de los principios y métodos para mostrar, promover y vender productos y servicios. Incluye estrategias y tácticas de mercadotecnia, demostración de productos, técnicas de venta y sistemas de control de ventas. Mi padre, que en paz descanse, fue comerciante toda su vida, al menos la laboral. Él siempre me insistió en desarrollar esa capacidad de venta, él expresaba en sus términos la idea de venderte como persona, sin hablar de la posible acepción peyorativa de la expresión, sino de la posibilidad de construir una personalidad que resultara atractiva a los empleadores, a los consumidores de los productos o servicios que se promovieran y entonces ser una persona exitosa. Pienso en esas ferias de emprendedores universitarios en las que los integrantes de los proyectos son incapaces de siquiera saludar a los que deambulan por los pasillos, perdiendo posiblemente posibilidades de impulsar su idea.
Como se puede colegir de la revisión de las 10 habilidades, es casi imposible dominar las 10, al menos al mismo tiempo. Sin embargo, entendiendo el subconjunto de ellas que es apreciado por los empleadores de los puestos que me interesan, seguro puedo formular un programa personal de desarrollo en el cual vaya incrementando mi dominio de ellas. Si estoy inscrito en un programa académico, sería pertinente que verifique si está previsto que en este proceso alcance varias de estas habilidades, y si no es así, exigir a la escuela que proporcione medios para que se dé ese aprendizaje. Pero no es responsabilidad de la escuela, es responsabilidad de uno mismo, del compromiso que tenemos con nuestro futuro.
(1) http://www.lja.mx/2013/01/habilidades-requeridas-en-2013-12-synkrasis/
(2) http://www.forbes.com/sites/jacquelynsmith/2012/12/06/the-top-jobs-for-2013/
(3) http://www.forbes.com/sites/meghancasserly/2012/12/10/the-10-skills-that-will-get-you-a-job-in-2013/