Estamos a punto de terminar un periodo del año donde las celebraciones acaparan la atención de todos nosotros. Cómplices de los medios, de las tradiciones, envueltos en aquel inconsciente colectivo de “Carl Gustav Jung” que postula la existencia de contenidos psíquicos inconscientes comunes a toda la sociedad y que no tienen su origen en la experiencia individual sino en la trasmisión hereditaria, cómplices de todo lo que a usted se le ocurra pensar, nos visualizamos con orgullo como un pueblo alegre, a pesar de los tiempos que padecemos, somos “ocurrentes y jocosos”, esas ocurrencias que en algunos casos se convierten en hechos irresponsables que no nos dejan nada bueno. ¿Le suena familiar el ya famoso y aclamado “maratón Guadalupe Reyes”?
Concebido como una manera de celebrar, como una broma, refleja nuestro sentir y nuestro pensar con relación a estas fechas. En 2012, cuando dio inicio este “maratón” escuché a un sacerdote advertir a sus feligreses femeninas que cuidaran a sus maridos para que no gastaran el aguinaldo en bebidas embriagantes, en ese mismo evento un líder sindical dijo que esperaba ver de regreso a sus agremiados menos “crudos” que en años anteriores.
Entonces el “maratón Guadalupe Reyes” es como tener permiso en el “inconsciente colectivo” para que del 12 de diciembre al 6 de enero los habitantes de este país podamos tomar alcohol sin restricción. Los publicistas ocupan la frase, en los noticiarios dan el “parte” de cómo va transcurriendo el maratón, todos sabemos su significado y la tomamos así, ocurrentes y jocosos.
Aclaro, no es un artículo moralista, ni siquiera pretendo una reflexión en el lector sobre la manera en que celebra estas fechas, sino la forma tan fácil que tenemos de distraernos del entorno y sus acontecimientos.
Siempre nos ha pasado, haga memoria de los acontecimientos decembrinos que pasan durante el maratón.
Recuerde qué pasó el primero de enero de 1993, un año antes de que los neozapatistas irrumpieran en el escenario nacional, que dicho sea de paso y a manera de breviario (cultural) según una entrevista que hizo el Canal 6 de Julio a Marcos, su aparición estaba planeada para el 28 de diciembre pero por ser día de los Santos Inocentes nadie les iba a creer. Regresando al primero de enero de 1993, hace 20 años nació el “Nuevo Peso” que no era más que la aprobación del Congreso en 1992 de recortar o quitar tres ceros a la moneda, según esto para facilitar las transacciones pues estábamos a punto de firmar el Tratado del Libre Comercio entre los Estados Unidos y Canadá.
Un disfraz para la inflación, se imagina, ahora pagaríamos 6 mil pesos por usar el transporte urbano en esta ciudad, o 5 mil pesos la hora de estacionamiento en los centros comerciales. ¿Recuerda usted alguna manifestación social que haya expresado el desacuerdo por esta medida? Sin duda estábamos participando en el maratón “Guadalupe Reyes”.
El error de diciembre en los primeros días del presidente Zedillo, la masacre de Acteal el 22 de diciembre de 1997 entre otros acontecimientos, mientras nosotros en pleno maratón.
Será que en esta época del año no tenemos temporada de futbol soccer, ni algún deporte nacional o acontecimiento de talla magistral que distraiga la atención del respetable, más que la Navidad, el cómo gastar el aguinaldo y el gustado y famoso maratón “Guadalupe Reyes” que todo lo puede y a todos nos salva de padecer nuestra realidad.
en Twitter: @ericazocar