Con un escenario de casi 18 metros de altura, 22 metros de ancho, tres pantallas gigantes y un sinfín de luces, el público aguascalentense en su mayoría femenino, recibió a Luis Miguel en el parque Alberto Romo Chávez. A pesar de las especulaciones sobre su físico, su voz no dejó de tener la calidad de siempre, presentando los boleros preferidos de sus fans y cerrando la presentación con sus éxitos y acompañado de mariachi.
Los aguascalentenses no reventaron el lugar, como la ocasión pasada en el estadio Victoria, a pesar de haberse pospuesto la fecha una semana más y haber comenzado el concierto con casi una hora de retraso, el estadio no tuvo un lleno de más del 70 por ciento. Sin embargo, el público presente salió del concierto con “buen sabor de boca”, admirando posiblemente por última vez a El Sol en el estado, “confieso que ya está grande como para seguir con giras”, aseguraron algunas fans.
Fotos: Gerardo González
