- Los padres se vuelven con mayor frecuencia los principales provocadores de violencia hacia los menores de edad
- La Comisión Estatal de Derechos Humanos recibe cualquier queja o denuncia de violencia infantil y la canaliza a instancias indicadas
Amparados por un malentendido concepto de privacidad, los padres se vuelven los principales generadores de violencia contra los menores, convirtiendo al hogar en el lugar más inseguro para los niños, advirtió el ombudsman Omar Williams López Ovalle.
Enfrentar la violencia contra niños es más difícil en el contexto de la familia, pues existe un concepto malentendido de que en la privacidad del hogar pueden hacer los ciudadanos lo que les venga en gana y es ahí en esa mal concepción en donde se genera mucha de la violencia que prevalece en la sociedad.
Por ello, dijo, la obligación del Estado es combatirla y no detenerse en la puerta del hogar sino trascender hasta donde se genere y poner a salvo a los menores. Para ello, cuenta con muchos más instrumentos jurídicos y tratados internacionales que brindan una robusta protección a los menores, dijo el presidente de los Derechos Humanos al referirse a este grave problema social.
López Ovalle señaló que hasta en últimas fechas se ha reconocido la existencia de violencia en el ámbito doméstico, admitiendo además que el hogar se ha vuelto el lugar más peligroso para menores de edad, mujeres y personas de la tercera edad, quienes son objeto de actos violentos por parte de los integrantes de la misma familia, quienes ejercen autoridad y fuerza, no sólo física sino emocional, económica, sexual incluso maltrato prenatal, cuando las madres en gestación consumen drogas, alcohol o fuman.
Ante ello, dijo que la Comisión Estatal de Derechos Humanos recibe cualquier queja derivada de violencia hacia menores, y que quienes conozcan de casos muy concretos pueden contactar a esta instancia a través del teléfono 140 78 60, al teléfono de emergencias que trabaja las 24 horas del día y que es el 449 804 01 65 y hacer la denuncia correspondiente.
Explicó que tras recibir las denuncias, la Comisión canaliza a la instancia correspondiente cada una de ellas, dependiendo de las características de cada caso, al tiempo en que conminó a la sociedad en general a poner su granito de arena para erradicar toda forma de intimidación en el hogar y muy especialmente la que se ejerce en contra de la niñez.
“Todos podemos identificar cuando un menor está siendo violentado, se nota en su aspecto físico, en su conducta y en su respuestas ante estímulos cotidianos”, por ello, ante cualquier sospecha es prudente hacer la denuncia correspondiente y las instituciones facultadas para intervenir de forma directa harán su trabajo, consideró el ombudsman.
Con información de la CEDH
Foto: Gerardo González




