Año Internacional de la Estadística
http://www.statistics2013.org/
La semana pasada me sugirieron un sitio web para fomentar la colaboración entre investigadores. El sitio se llama ResearchGate y su dirección web es: www.researchgate.net. El sitio es interesante, es una versión especializada de Facebook, por hacer una analogía, en la que las personas registran sus intereses de investigación, su producción en investigación y buscan mantener contacto con pares que tengan trabajos afines a las líneas de investigación que cada uno fomenta.
En ese sitio me encontré una metáfora, propuesta por un profesor que encontré simpática, para tratar de explicar la prueba de hipótesis y nivel de significancia a personas sin entrenamiento formal en estadística, mi traducción y adaptación de esa explicación(1) es la siguiente: “Imagina que eres una chica que tiene un novio y que le está proponiendo matrimonio después de un periodo extenso de noviazgo. Este pretendiente puede ser la persona ideal para esa chica, pero puede no serlo y comprobar eso puede tomar demasiado tiempo, por lo que hay que tomar la decisión de casarse o no con el joven en cuestión. Esta decisión produce cuatro escenarios posibles con sus consecuencias: i-si eligió casarse con el novio y él es la persona ideal, la chica será feliz; ii-la novia se congratulará de no aceptar el matrimonio con el pretendiente inadecuado; iii-elegir como esposo a la persona incorrecta producirá arrepentimiento por mucho tiempo; iv- si rechaza al novio ideal, será una tortura permanente constatar a través de Facebook lo genial que es la vida de esa persona al lado de alguien más. Estos cuatro escenarios integran la matriz de confusión y esa se conecta con la lógica de la prueba de hipótesis y las consecuencias posibles de elegir un nivel de significancia determinado.” Es sabido que una prueba de hipótesis es una herramienta a través de la cual una persona puede tomar una decisión y con la cual trata de reducir el posible error en el que pueda incurrir, la metáfora describe los dos resultados deseables, que la prueba de hipótesis sea congruente con la verdad y arroje el resultado correcto (escenarios i- y ii-) consciente de que se puede incurrir en uno de los dos errores posibles (escenarios iii- y iv-).
Estuve platicando con mis estudiantes de la maestría, sobre sus posibles proyectos de tesis para graduarse y discutimos sobre inquietudes relevantes, sobre todo el temor a elegir un proyecto de tesis que no contribuya eficazmente a la continuidad en el desarrollo de su perfil como investigadores, esto es, que su tesis no tuviera continuidad al incorporarse a un doctorado, enfrentando la necesidad de iniciar el dominio de nuevos temas e incursar en nuevos campos del conocimiento. Estuvimos explorando perspectivas, intercambiando ideas y al final dejamos el tema abierto para seguirlo enriqueciendo.
Me parece que hay una analogía entre la situación pedagógica descrita en el segundo párrafo y la experiencia compartida con los estudiantes. Ven el tema de su tesis de maestría como una decisión de matrimonio profesional, decisión que si está mal encaminada, puede atraerles consecuencias funestas, al menos desde la perspectiva de inversión de tiempo en el desarrollo profesional. Y en buena medida tienen razón, no es una decisión que deban tomar muy a la ligera. Por otra parte, el tiempo transcurre a ritmos cada vez más vertiginosos, y las actividades que exigen los apoyos recibidos para estudiar limitan en gran medida los espacios de calidad disponibles para reflexionar de manera individual y colectiva sobre las ventajas y limitantes de los temas, líneas de investigación, programas de doctorado afines a los intereses de los estudiantes, por lo que hay que tomar una decisión relevante inmerso en una situación de alta incertidumbre.
Es motivante constatar que los estudiantes perciben con claridad la relevancia del compromiso de redactar una tesis y que busquen proyectar ese producto en el contexto de un proceso más amplio, que los puede llevar a consolidarse como investigadores. Es crucial que las instituciones tengan claramente identificadas las áreas del saber pertinentes y significativas para generar en los tesistas la confianza de que los temas propuestos los van a llevar a construir una carrera en la investigación que pueda ser catalogada como exitosa, tanto por la eficacia de los esfuerzos invertidos, como por la trascendencia de los productos generados.
Así como sucede con la prueba de hipótesis, elegir un tema concreto para el proyecto de tesis será una decisión con una posibilidad de error acotada, pero no podrá estar exenta de ese posible resultado. La confianza se alcanzará en la medida que la institución aporte una producción académica que respalde las líneas de investigación cultivadas; el trabajo de análisis que el estudiante conduzca sobre el posible proyecto y el perfil del equipo de asesores asociado al tema en cuestión. Se tomará la elección en uno de los dos sentidos posibles y lo demás será construir.
Eugenio Herrera Nuño nos avisó el martes(2) del año internacional de la estadística. Aprovechemos pues la coyuntura para promover esta disciplina y lograr que se aplique con mayor profusión en los distintos ámbitos laborales.
No hay elección sencilla, no de un asunto que influya significativamente en la vida de las personas. Con un proceso intelectual organizado, se podrá reducir la incertidumbre, pero siempre quedará una zona que podríamos llamar gris, en la cual la persona deberá salvar esa brecha en la objetividad y optar por lo que le lleve al bienestar esperado.
(1) La metáfora original la propuso el Dr. Simon Moon de La Salle University, de Filadelfia, Estados Unidos.
(2) http://www.lja.mx/2013/03/2013-ano-internacional-de-la-estadistica-el-apunte/