- Es un apoyo a la ignorancia y agresividad de quienes lucran con el odio y la violencia
- Policías municipales siguen siendo escoltas de las caravanas de sufrimiento
A pesar de las fuertes críticas que ha recibido el maltrato de los animales que utilizan los circos, y el respaldo que reciben estos empresarios por parte de las autoridades municipales de nuestra capital, éstas no han dejado de apoyar las actividades con las que se da continuidad a los actos de supuesta diversión y que se realizan a costa del maltrato de los animales, a pesar de que se ha demostrado que no sólo se violenta a estos seres, sino a cualquier persona que se les ponga enfrente.
Las autoridades de Tránsito Municipal, sin preocupación alguna, continúan escoltando la promoción de los circos, pues al menos, los hemos encontrado paseando por toda la ciudad y abanderando las caravanas en las que se traslada a los animales enjaulados, probablemente sedados y agobiados por las condiciones climáticas que se comienzan a manifestar en los últimos días, lo cual demuestra que ni las exigencias de las asociaciones civiles, de partidos políticos y legisladores locales, ni las agresiones que recibieron las personas por parte de los propietarios y empleados del Circo Chino de Pekín hace unos días, generaron impacto en la actitud de los titulares del Municipio capital.
Las autoridades no han contemplado la exigencia que han hecho las asociaciones como Vegetarianos en Aguascalientes, Revolución de Amor o algunos activistas independientes, quienes han desnudado que detrás de cada acto o presentación de animales en los circos, hay maltrato, hambre, soledad, golpes, gritos, jaulas, cadenas, descargas eléctricas, drogas y métodos basados en la crueldad.
Estos activistas han buscado constantemente, arriesgando incluso su integridad, que no se continúe con una cultura que fomente hacer reír a los niños a costa del dolor y el sufrimiento de los animales, ya que estudios científicos han demostrado que el 80 por ciento de los infantes que observan este tipo de espectáculos pueden ser adultos agresivos o violentos, lo cual resulta una contrariedad con relación a las políticas en las que tanto trabajan los gobiernos para reconstruir el tejido social.
Foto: Gerardo González




