- PRI no vuelve a jugar a perder, va por todo, aseguran dirigentes
- Mario Vargas Aguiar y J. Ortega Valdivia expresan sus respetos a Óscar López Velarde
Absurdo imaginar siquiera, señales de surgimiento de una nueva “sana distancia” porque, a diferencia del año 2000, el Partido Revolucionario Institucional no volverá a jugar a perder elecciones; “ganaremos, de todas, todas”.
Así lo aseguraron a La Jornada Aguascalientes los “tres niveles de gobierno… partidista”: Mario Vargas Aguiar, delegado del Comité Ejecutivo Nacional; José Guadalupe Ortega Valdivia, presidente del Comité Directivo Estatal; y José de Jesús Ríos Alba, del Municipal.
Al PRI aguascalentense no se le olvidó que ayer –10 de abril- se cumplieron 94 años del fallecimiento de Emiliano Zapata, El Caudillo del Sur, asesinado en Tlaxcalantongo, Puebla, por las fuerzas de Álvaro Obregón, en 1919.
Acompañados de Francisco Javier Chávez Rangel, candidato a la alcaldía de Aguascalientes, y por miembros del directorio priísta, Vargas Aguiar, Ortega Valdivia y Ríos Alba, montaron una guardia de honor ante el busto de Zapata, en la explanada del edificio del PRI, en avenida Adolfo López Mateos y Cosío.
Antes, el reportero había abordado al también diputado Ríos Alba.
-¿Qué opinión le merece la declaración de Óscar López Velarde Vega, en el sentido de que es mucho más que una candidatura? –le preguntamos.
-Es cierto, totalmente de acuerdo: es mucho más que una candidatura… Un personaje que vive su cuarta experiencia electoral, pero que está investido sin duda, de una gran personalidad política, un excelente y leal compañero de partido y, por distinción propia, un hombre excepcionalmente institucional; maduro, respetuoso, recto y respetable.
Se le cuestionó también si con este nuevo escenario electoral se quisiera regresar a las “concertaciones” posteriores a 1988 o la zedillista “sana distancia”; el retirar operadores que ordenara Colosio en 1989 en Baja California para abrir el paso al primer triunfo panista; o adelantarse a reconocer un triunfo que aún no validaban las autoridades electorales como en el 2000.
-No, no veo por ninguna parte esas señales. El 2000 planteaba otro escenario, había muchas presiones de orden internacional: el Fondo Monetario… El Vaticano mismo… Muchas presiones. 2013 es distinto, aun más distinto de 1998 cuando Óscar perdió otro proceso electoral… Sí, entonces había “concertaciones”, pero ahora no hay nada de eso.
-¿Asegura usted que el resultado electoral esperado no está en riesgo, que el PRI no perderá y que como dice Paco Chávez, arrasarán; lo puede asegurar?
-Tanto en las candidaturas a diputados como en las alcaldías, se ha elegido a personas con suficiente perfil para ganar estas elecciones y claro, lo haremos arrasadoramente; arrasaremos, no hay la menor duda. Y le pediría a los priístas que no caigan en las tentaciones de quererse equivocar mirando riesgos donde no los hay, estamos muy lejos de cualquiera nueva “sana distancia” o más “concertaciones”.
Respetuosos de la veda electoral, saludamos al candidato Paco Chávez, pero no le formulamos ninguna pregunta; obviamente, tampoco nos iba a responder…Acompañó a sus jerarquías partidistas y desapareció, tan silencioso y discreto como había llegado.
Se le preguntó a Vargas Aguiar y a Ortega Valdivia, sobre las declaraciones de López Velarde y si tenían algún comentario
-Mis respetos al licenciado Óscar López Velarde Vega, es un gran priísta, un hombre sin duda muy valioso y, sobre todo, institucional, maduro y congruente. Sin embargo, todos sabemos qué son los procesos políticos. Mis respetos para él –dijo Mario Vargas Aguiar, delegado del CEN del PRI.
Ortega Valdivia, presidente estatal del PRI, expresó en términos muy similares a los del delegado: “mis respetos, es una situación que nadie desea a nadie, pero que quienes participamos en la promoción de la cultura política sabemos que existe, que se da; que se presenta en todos los procesos electorales y que nadie está al margen de sus resultados imprevistos; la política es así. Yo le ofrezco mis respetos a Óscar López Velarde”.
Foto: Roberto Guerra
