Por Mariana García
Investigadora de México Evalúa
El saldo político del proclamado oficialmente “Mes de la Cruzada Nacional contra el Hambre” fue ante la opinión pública negativo. En la coyuntura que vive el país hoy en día, vale la pena poner sobre la mesa tres temas en el periodo post-“mes de la Cruzada” y pre-“precampañas electorales”.
- Los logros de cualquier política son inversamente proporcionales a los traspiés de sus implementadores
A casi todos los ciudadanos nos pasó de noche cualquier posible logro en el cuarto mes de implementación de la Cruzada así como cualquier acción de socialización de la estrategia de combate a la pobreza puesta en marcha por este gobierno. Tal fue el caso de la firma de alrededor de 24 convenios de coordinación interinstitucional entre el gobierno federal y gobiernos estatales de todos los signos políticos para formalizar jurídicamente la forma en que se canalizarán los recursos de la Cruzada y del resto de los programas que integran el Ramo 20: Superación de la Pobreza.
Muy pocos nos enteramos de que desde el mes de febrero se implementaron pruebas “piloto” de la Cruzada en dos de los 400 municipios prioritarios de la primera fase, en concreto un municipio urbano (colonia Simón Bolívar en Acapulco) y uno rural (Mártir de Cuilapan) en Guerrero. O que se han firmado convenios con universidades de todo el país y empresas socialmente responsables para sumarlas al cometido de la Cruzada. Valdría la pena conocer con exactitud los resultados preliminares obtenidos a partir de los pilotos en esos dos municipios, así como los recursos que el sector privado está invirtiendo en esta estrategia de combate a la pobreza.
El escándalo desatado por los videos que evidenciaban el condicionamiento de apoyos sociales para favorecer electoralmente al PRI en el estado de Veracruz fue de tal magnitud que amenazó con poner fin al Pacto por México, ese “instrumento verbal” entre partidos que hasta hace unas semanas se había probado altamente eficiente, pues había permitido alcanzar negociaciones y acuerdos para avanzar reformas legislativas destinadas a impulsar el desarrollo y la competitividad del país.
El Adéndum firmado hace un par de días por las principales fuerzas políticas, el cual se resume en “no utilizar los programas sociales para obtener un beneficio político”, permitió reactivar nuevamente el Pacto, arrancando incluso con la presentación de la reforma financiera. No obstante, dado que el equilibrio sigue siendo inestable, los partidos de oposición irán elevando el costo al gobierno federal para mantenerse en el Pacto.
- La información es la mejor vacuna contra la crítica
Lo que apuntaba Edna Jaime hace un par de meses respecto a la Cruzada sigue vigente, aún después del “Mes de la Cruzada”: “no contamos con elementos para suscribir las críticas electoreras y clientelares de esta estrategia, pero tampoco para refutarlas”.
Las preocupaciones y las dudas externadas por la opinión pública sobre la selección de los 400 municipios que formarían parte de la Cruzada en esta primera fase permanecen en el aire. Numerosos análisis realizados con rigor científico y metodológico por académicos mexicanos respetables (por ejemplo, el de México Evalúa, Alex Ruiz Euler y Javier Márquez) plantean una duda razonable en la inclusión de algunos municipios que no cumplen con los criterios de pobreza extrema y/o carencia alimentaria y concluyen que no es posible descartar la posible manipulación electoral del programa.
México Evalúa se dio a la tarea de solicitar más información sobre la metodología empleada por Sedesol para seleccionar a los municipios donde se implementaría la primera fase de la Cruzada. La respuesta obtenida vía Infomex con el Folio No. 000200032413 arroja más luz sobre el método por el que se llegó a esa selección, pero sigue siendo poco clara la forma en que esos criterios fueron empleados (forma secuencial, simultánea) para llegar a esos municipios, y la propia Sedesol declara que 19 municipios en cuatro estados fueron incorporados para “cumplir con cobertura nacional y regional”, sin más detalle o explicaciones.
Mientras los colegas que han hecho los primeros análisis econométricos del programa realizan su respetable y noble labor con los datos de esta solicitud de información, la lección es clara: ningún instrumento científico y metodológico podrá superar la inexistencia de información transparente, confiable y precisa.
- Hacia el blindaje de los programas sociales
Y como la voluntad política no puede ser el elemento clave para implementar políticas públicas exitosas, nuestro mejor antídoto será: la existencia de reglas de operación claras, transparencia en los padrones de beneficiarios, evaluaciones sistemáticas y consistentes que midan el impacto de la política social, entre otras medidas.
México Evalúa estará aportando insumos para fortalecer este debate en los próximos meses. Mientras tanto es labor de todos monitorear de cerca el uso de nuestros recursos por parte del Estado.