- Será imposible descubrir realidades veladas y crear conocimientos específicos: Lagarde
- “El feminismo surge como una crítica de la Modernidad… y ahí vamos, de a poquito”
La institución que no aplica la perspectiva feminista dentro de sus actividades de investigación, formación estudiantil y generación de conocimiento, se priva de acceder a los avances sociales acopiados durante el siglo XX, señaló la escritora Marcela Lagarde y de los Ríos en la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
“En la universidad -añadió- la cultura feminista hace la diferencia”. La ex diputada federal por el Partido de la Revolución Democrática explicó que cuando lo que predomina es el punto de vista masculino “quedamos marginados del desarrollo teórico, epistemológico, metodológico, para la creación de conocimientos específicos, para descubrir realidades veladas, realidades ocultas, realidades normalizadas ante nuestro ojos”.
Aunque a lo largo de la historia la mujer ha acortado el trecho que, producto de un sistema forjado por mentes varoniles, la separa de las oportunidades de desarrollo político, económico, democrático y profesional, hay argumentos para afirmar que la equidad de género dista de ser un hecho.
Si el feminismo es puesto en marcha en la vida universitaria, aseveró, se avanza en el cumplimiento del proyecto referido.
“Desde el feminismo podremos incorporar un desarrollo teórico de las ideas mucho más amplio y abarcador”.
Lagarde destacó que la teoría de género y la meta de emparejar las oportunidades tanto en hombres como en mujeres surgió de las primeras feministas, crecidas en las labores del campo, la industria y la academia.
Éstas, de distintos países, estuvieron “incorporadas a movimientos sociales, a insurrecciones, a revoluciones, a propuestas utópicas de mundo, [y] no encontraron respuesta a sus anhelos como mujeres, en esas utopías que se originaron a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX, utopías anarquistas, socialistas, comunistas, liberales… Allí se decanta la crítica de estas mujeres”.
Las primeras mexicanas en buscar, en masa, el progreso, fueron la revolucionarias que, unidas al maderismo, crearon clubes de lucha por todo el país.
Históricamente, comentó Marcela Lagarde, hasta los hombres de la Ilustración han estado distanciados del concepto de equidad de género. Juan Jacobo Rousseau, dijo, fue uno de éstos, mientras que filósofos como John Locke sí se manejaban en el tenor de la igualdad.
“Estas mujeres ilustradas fueron haciendo la crítica que todavía tenemos que hacer nosotras hoy, al conocimiento y a la perspectiva que ponía en el centro a un sujeto”.
Una vez que la esfera filosófica acuñó el término Modernidad, también puso en marcha una mentalidad en la que el varón dictaba las normas.
“El feminismo surge como una crítica de la Modernidad… y ahí vamos, de a poquito”.
Foto: UAA
