- “Si los Libros de Texto Gratuito traen errores, ¿por qué no el Código Urbano?”
- Un ingeniero geólogo “espontáneo” evidenció trabajo de ingenieros civiles
“Si los Libros de Texto Gratuito traen errores, ¿por qué el nuevo Código Urbano tendría que ser perfecto?”, dijo Miguel Ángel Godínez Antillón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, mientras que los ingenieros civiles fueron evidenciados por un geólogo “espontáneo”.
En la primera de las consultas públicas convocadas por la Comisión de Planeación y Obras Públicas del Congreso del Estado, asistió la mayor parte de dirigentes empresariales y de cámaras y colegios especializados, cuya mayoría se pronunció a favor de la necesidad de un nuevo ordenamiento urbano y territorial en la entidad.
En el evento que se llevó a cabo en el edificio Francisco Primo de Verdad y Ramos, Godínez Antillón aludió la necesidad de que se rectifique el tamaño del lote mínimo, que es de 75 metros cuadrados, para ser de 106.
“Estoy de acuerdo con el sistema de plusvalía, para detener la especulación con la tierra, pero ¿por qué tengo que pagar por un parque que van a construir frente a mi casa… Puede ser un pago inconstitucional?”.
Mario Guevara Palomino comentó que los presidentes de las comisiones de Justicia, Miguel Ángel Juárez Frías, y Gustavo Granados Corzo, de Desarrollo Económico y Turismo, trabajan en los ajustes a los Artículos 851 y mil 16, referidos en esa reunión.
Del Colegio de Urbanistas, Guillermo Guardado Vidal pidió tiempo para estudiar más a fondo el nuevo Código Urbano, mientras que tres ponentes del Colegio de Ingenieros solicitaron información técnica, relacionada con los números que se manejan en el Código.
Pedro Robledo García, del Colegio de Arquitectos, resumió que el Código continúa con “tolerancia, reconocer y regularizar, lo cual es un círculo vicioso”, por ejemplo, cuando se habla de que los promotores de fraccionamientos donarán el 10 por ciento del terreno, que a final de cuentas pagan los compradores de casas.
Enrique Martínez Hermosillo, de una agrupación de taxistas, respondió a un ingeniero -Jorge Alberto Castañeda Alvarado, quien había señalado que había choferes del transporte público que consumen enervantes- dijo que el gremio despide a trabajadores del volante con ese problema y pidió que se le quite la vigencia de tres años a las concesiones y se hagan permanentes.
Arturo Sotelo Sotelo, ingeniero geólogo, “espontáneo”, criticó que a ese gremio no se le solicite su opinión, cuando es muy importante para la seguridad de millones de personas, que habitan casas con fallas geológicas, construidas por malos ingenieros civiles.
Foto: Roberto Guerra.
