Estimado lector, esta semana, desde el mismo lunes, las apuestas, enroques y demás virtudes de los diputados y senadores están al máximo. La fecha límite del día 20 de octubre para la discusión, modificación y aprobación de la Ley de Ingresos de la Federación del año 2014 implica forzosamente saber si se aprueba y como se aprueba la reforma hacendaria. ¿Por qué? Simplemente porque de esa reforma derivan algunos de los ingresos que esta proponiendo la secretaría de hacienda.
En medios nacionales y locales en los últimos días, han salido las voces diciendo que la reforma fiscal es un engendro que provocará más recesión y desempleo. Pero no dicen cómo. Sólo gritan. Veamos qué trae la reforma hacendaria.
- Desaparición de los regímenes especiales. Si bien es cierto, muchos agricultores y transportistas de los llamados hombre camión van a ser obligados a cerrar (o irse a la informalidad) también es cierto que han ocurrido excesos por parte de muchas de las empresas que están sujetas al mismo. El régimen de pequeños contribuyentes desaparecerá invariablemente por los excesos cometidos. Negocios de millones de pesos en ventas pagan una cuota simbólica mensual gracias a que se acogen a este régimen. Muchas voces están en contra de esta resolución. En lo personal, me parece coherente, así todos pagamos lo que deberíamos. Se quejan los empresarios que no habrán empresas nuevas. Podría entonces pensarse en ciertos beneficios fiscales temporales para las empresas de nueva creación por máximo dos años. Y así, todos contentos.
- La desaparición de los engendros de control, el IETU y el IDE. Ambos impuestos fueron adoptados como parte del control de la evasión. La verdad es que lo único que ha hecho es que se necesiten más contadores para poder entonces pagar impuestos. Su desaparición es importante y benéfica.
- La propuesta de hacer “auditores” de hacienda a los bancos. El secreto bancario desaparecería con esta propuesta y no sólo eso sino que junto con otras propuestas de Videgaray, se convertiría el mismo en el gran inquisidor, en el buscador de defraudadores sean estos o no. Llevaría al terrorismo fiscal. Eso no lo podemos permitir de ninguna manera. Esto es más grave que todo lo que leemos en medios. Si abres una cuenta bancaria estimado lector, automáticamente eres contribuyente y se reportará al SAT tus depósitos que se presumirán como ingresos. Si no los declaraste, estás evadiendo y por tanto, vendrán sanciones tanto económicas como corporales (léase cárcel).
- La eliminación de la obligatoriedad del dictamen contable por parte de las empresas. Su utilidad es casi nula, y solo servía para hacer más ricos a los contadores por el mismo trabajo que debían hacer otros. Su desaparición así como la modificación a 65 trámites fiscales llevará a repensar la carrera de contaduría. Ya no sólo serán aquellos contadores a la usanza antigua que se dedicaban única y exclusivamente a tratar de pagar impuestos, sino que tendrán que mutar en su esencia real, en la contraloría.
- El IVA a colegiaturas. Esta fue una puntada de Videgaray, un distractor. Si bien es cierto el dice que es porque el que paga un colegio particular o educación privada es que tiene dinero, la verdad es que los motivos por los que un padre de familia escoge esa opción no es para nada el que se tenga dinero. La educación en general en México pública es deficiente y muchos padres de familia quieren una educación mejor y por eso hacen el esfuerzo. Esto no pasará. Pero por otro lado, quitará el monto de deducibilidad de la misma. Unas por otras.
- El IVA a rentas y compra venta de inmuebles. No pasará. Pondría en aprietos no sólo a todos aquellos que viven de renta (la clase media) sino hasta al mismo INFONAVIT y similares por encarecer el cobro de los mismos.
- El impuesto a las transacciones bursátiles en compra venta de acciones y a los dividendos. Después del escándalo de las ventas de empresas mexicanas como Banamex y Grupo Modelo sin pagar un solo centavo de impuestos, Videgaray pone atención a este punto y obliga al pago del 10% de impuesto sobre los ingresos. La comunidad financiera ha puesto el grito en el cielo porque esto implica que menos personas tratarán de invertir en la bolsa, pero a final de cuentas, ¿vale la pena el retroceso parcial de inversión en bolsa contra los abusos de los poderosos?
Estas son las principales propuestas de la reforma fiscal. Esperemos que se comporten a la altura los legisladores y aprueben lo que sea debido y que no se generen mayores cargas a la ya de por sí debilitada clase media.
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