- Mientras los europeos beben una copa al día todos los días, los mexicanos toman toda la botella en un solo fin de semana
- Los inhalables se han convertido en un inconveniente grave pues se combinan con problemas alimenticios en adolescentes
Según Rafael Camacho Solís, director general del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones (IAPA) de la ciudad de México, el alcohol es ahora la sustancia que más se consume y que provoca mayores problemas en la salud. En el último registro del mes de octubre, el 32% de los habitantes de esta ciudad abusaron del alcohol, es decir, uno de cada tres.
Ello no quiere decir que México sea de los países más consumidores de alcohol pero sí es de los más altos en problemas con relación al uso del alcohol, debido a la forma de beber de los mexicanos, “mientras los europeos toman diariamente una o dos copas de vino al día los mexicanos acumulan todas las copas en un fin de semana”, lo cual genera problemas, accidentes, violencia y comisión de delitos.
Por ello, el IAPA ha trabajado en el avance del conocimiento del tema pues en un sinfín de ocasiones se ha escuchado y leído la frase “el exceso del consumo de este producto puede ser nocivo para la salud”, sin embargo nunca se ha dicho cuánto es el consumo moderado. El instituto investigó cuál era la forma de poderlo valorar resultando que la cantidad moderada de consumo de alcohol en las mujeres es de una copa y dos para los hombres, obedeciendo a las razones de tamaño, corpulencia y metabolismo.
Al hacer su consulta juvenil (realizada cada tres años en jóvenes de secundaria, bachillerato y universidad en conjunto con la UNAM), se les cuestionó la razón por la cual consumían esta sustancia, resultando que la falta de una familia integrada es la primera causa, seguido por conflictos escolares, violencia interna o inadecuada práctica de la institución.
En los adolescentes de secundaria y bachillerato resultó que el principal motivo de consumo era la curiosidad, el saber qué se siente, mientras que la mejor manera de prevenir dicho consumo fue la práctica deportiva, información veraz, actividades culturales y recreativas.
En la Ciudad de México se está por arriba del promedio nacional en el consumo de drogas y sustancias excepto en una: en el abuso del alcohol por los hombres. Aquí Camacho Solís hizo un énfasis en que esto debe de responder a los 10 años de estar aplicándose el alcoholímetro y en donde el 96% de los remitidos al “torito” son hombres, aunque a la fecha ya se ha acrecentado el número de mujeres remitidas por manejar bajo los efectos del alcohol.
Después del alcohol existen dos tendencias más que preocupan a las instituciones como el IAPA. La primera es la edad promedio de inicio de consumo de sustancias nocivas, ya que poco a poco ha ido disminuyendo considerablemente llegando a los 12.6 años, es decir, nivel secundaria, lo cual tiene mayor riesgo de crear una adicción pues su cerebro se encuentra aún en proceso de maduración y al generar estos canales de obtención de placer es más severo y difícil que consigan dejar de hacerlo.
Otra de las preocupaciones latentes son los inhalables, los cuales comienzan a consumirse desde los 13 años, sobre todo en mujeres. Desde hace más de 10 años identificaban su uso casi exclusivamente por personas en situación de calle, debido a que quita el hambre; sin embargo se realizó un estudio en jóvenes de nivel superior que demuestra que algunas niñas lo consumen para quitar el hambre, lo cual se combina con un trastorno alimenticio.
Para combatir dicho problema se creó en el Distrito Federal un plan rector, con el cual se logró obtener una deducción importante. Según la encuesta a estudiantes del 2009, el consumo de inhalables ya había rebasado al de la marihuana; para el 2012 se disminuyó de 4.12 al tres por ciento; ello les ha ayudado a las autoridades a tomar como base el plan rector para elaborarlo en otras sustancias y no bajar la guardia, pues para los especialistas son conflictos de salud pública que no deben dejar de ser atendidos.




